La forma de gestionar los bosques europeos en los últimos dos siglos y medio no solo ha sido estéril en la lucha contra el cambio climático, sino que ha contribuido a empeorarlo. Así de contundente es el estudio Europe’s forest management did not mitigate climate warming, publicado el jueves 4 de febrero de 2016 en la revista Science. Los autores del estudio atribuyen como causas a este fracaso: una repoblación forestal ineficaz y la masiva modificación de la composición de los bosques autóctonos, que han pasado de ser caducifolios a ser de coníferas.

Ernst-Detlef Schulze - El PaísFotografía: Ernst-Detlef Schulze

Más bosques, pero de menor calidad

En efecto, la repoblación forestal ha provocado un desequilibrio en la radiación que se emite a la atmósfera y la ha incrementado en 0,12 vatios por metro cuadrado debido a la juventud de los árboles replantados. Los árboles jóvenes -con un diámetro medio menor a 0,07 metros- absorben menos carbono por lo que reflejan más radiación a la atmósfera. Así, en más de dos siglos se ha aumentado un 10% el área de bosques en Europa, pero el 85% se trata de bosques que están bajo gestión humana, es decir, repoblados, según el estudio.

Esto se debe a que las especies elegidas para repoblar son distintas de las que había en el bosque autóctono: se pasa de árboles de hoja caduca a coníferas. Desde 1750, los bosques de coníferas han pasado de ser el 30% al 57%, mientras el bosque caducifolio ha visto reducida su área en Europa del 70% al 43%.

Urgente necesidad de diseño de nueva estrategia

Los especialistas recuerdan la urgente necesidad de elaborar una nueva estrategia de gestión forestal, recuperando en parte los bosques caducifolios.

Aunque el estudio se centra en Europa, los investigadores han detectado efectos similares en el clima en otras regiones, como en China, Estados Unidos, Rusia, Brasil, Chile, Nueva Zelanda o Sudáfrica.

Fuente: El País y Science.

Acceso al artículo original: http://science.sciencemag.org/content/351/6273/597