El estudio del Profesor Séralini, investigador de la Universidad de Caen, Francia, que había levantado un profundo debate a nivel internacional por cuestionar la inocuidad del maíz transgénico NK603 y del insecticida Roundup, ambos de la polémica transnacional “Monsanto”, generó, entre otras reacciones internacionales en pro y en contra, que los ministros franceses de ecología, agricultura, salud y del consumo, solicitaran formalmente al Alto Consejo de las Biotecnologías -HCB- del país galo revisar detenidamente el trabajo que había sido publicado en la revista “Food and Chemical Toxicology” del mes pasado. Ciencia Unam había informado oportunamente del resultado de dicho trabajo, el cual, entre otros, alertaba acerca de formaciones de tumores importantes en ratas de laboratorio que habían sido alimentadas con este maíz genéticamente modificado.

El HCB emitió, con fecha 22 de octubre del 2012, su primer informe fruto de un análisis científico pluridisciplinario, en el cual menciona que “el Comité científico -CS- del HCB subraya que el dispositivo experimental, las herramientas estadísticas utilizadas y las interpretaciones ofrecidas por los autores del trabajo en cuestión, tienen flagrantes lagunas y debilidades metodológicas, que no permiten sostener conclusiones avanzadas. El CS, por lo tanto concluye que el estudio no aporta ningún tipo de información científica comprobada en cuanto a la identificación de un eventual riesgo sanitario vinculado al consumo del maíz NK603, tratado o no con Roundup”.

Por su parte, el Comité Económico, Ético y Social -CEES- de este mismo Alto Consejo, observa que “el artículo no es concluyente”, por lo cual recomienda que se profundice con una investigación independiente y transparente de más largo plazo, bajo la conducción de los Poderes Públicos, para analizar la seguridad sanitaria del cuestionado maíz de Monsanto.

Fuente: Alto Consejo de las Biotecnologías
Boletín original:  CP_Le_HCB_rend_son_avis_sur_l_etude_publiee_par_le_Pr_Seralini.pdf