La vida está compuesta por una serie de complejas moléculas orgánicas, que incluyen azúcares. Y el día de ayer, miércoles 29 de agosto, el Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, y el Observatorio Austral Europeo, dieron a conocer el descubrimiento realizado por un equipo internacional de astrónomos, de una molécula de glicolaldehído en el gas que rodea una joven estrella binaria, la “IRAS 16293-2422”, ubicada a 400 años luz de la Tierra.

Si bien este tipo de azúcar simple ya había sido rastreado en el espacio interestelar, ésta es la primera vez que astrónomos lo observan tan cerca de una estrella de este tipo, a distancias equivalentes a las que separan Urano del Sol en nuestro propio Sistema Solar, pero además desplazándose hacia dicha estrella. Según los científicos involucrados en dicho proyecto, “esta molécula es uno de los ingredientes en la formación del ácido ribonucleico (ARN), que, al igual que el ADN, con el cual está relacionado, es uno de los ingredientes fundamentales para la vida».

Este fascinante hallazgo pudo alcanzarse gracias a observaciones realizadas a través del extremadamente sensible radiotelescopio “ALMA” -Atacama Large Milimeter Array-, ubicado en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, a 5.000 metros de altura.

Este estudio fue presentado en un artículo denominado ‘Detection of the simplest sugar, glycolaldehyde, in a solar-type protostar with ALMA’ , firmado por Jørgensen y colaboradores, y fue publicado en la revista especializada “Astrophysical Journal Letters”.

Boletín original:  building_blocks_of_life_found_around_young_star