Texto: Javier Torres Cervantes

Los murciélagos son un grupo de mamíferos que a lo largo de los años ha sido víctima de una mala reputación. Los humanos les hemos dado una imagen negativa (que debería ser muy positiva) debido a características de estos animales que nos parecen tétricas, sucias, poco saludables, etc. Sin embargo, muchas de estas ideas negativas llevan detrás mitos que mucha gente alrededor del mundo cree. Uno de ellos, muy común y fácil de desmentir, es el mito “los murciélagos son ratones con alas” o “son ratones viejos”.

Es cierto que entre roedores y murciélagos existen semejanzas, pero éstas no los hacen ser lo mismo. Los humanos estamos más relacionados evolutivamente con los roedores que los murciélagos (Figura 1) y es imposible para nosotros decir que somos lo mismo. Claro que a simple vista los murciélagos y ratones son más parecidos físicamente que los humanos y los roedores, o los humanos y los murciélagos. Es por eso que la diferenciación será más fácil con una lista de diferencias y similitudes entre estos dos grupos:

Similitudes

  • Ambos son mamíferos: Los dos grupos tienen pelo, amamantan a sus crías mediante la producción de leche a través de glándulas mamarias, tienen 3 huesecillos en el oído interno (yunque, martillo y estribo), un único hueso forma su mandíbula, son homeotermos (mantienen una temperatura corporal constante) y tienen 7 vértebras cervicales.
  • Tamaño: Aunque existen murciélagos que pueden llegar a pesar 1 kg y roedores que pueden pesar hasta 60 kg, la mayoría de las especies son pequeñas y tienen tamaños similares.
  • Hábitos nocturnos: Son grupos de animales que, en general, se sienten más cómodos saliendo de sus refugios después del atardecer, cuando hay poca iluminación.
  • Color: Muchas de las especies de roedores y murciélagos tienen colores similares, que pueden ser marrones, pardos, grises o negros. Aun así, existen excepciones e incluso existen murciélagos blancos, con tonos naranjas y amarillos, así como roedores con colores claros.

Diferencias

  • Son grupos taxonómicos diferentes: Todos los seres vivos están organizados mediante un sistema y una nomenclatura que sirve a los científicos como herramienta para organizar el conocimiento que se tiene sobre ellos y para darles nombre. Este sistema tiene varias categorías (Dominio, Filo/División, Clase, Orden, Familia, Género y Especie). Debido a sus características e historia evolutiva, los murciélagos pertenecen al Orden Chiroptera y los roedores al Orden Rodentia (Figura 1).
  • Número de especies: De todos los grupos de mamíferos, los roedores (Rodentia) y los murciélagos (Chiroptera), son los más diversos de todos. El orden de los roedores está conformado por más de 2000 especies, mientras que los murciélagos son alrededor de 1400 especies.
  • Diversidad de alimentación: Mientras que los roedores se alimentan casi exclusivamente de vegetales y granos, en los murciélagos se pueden encontrar casi todos los tipos de alimentación presentes en los mamíferos. Existen murciélagos insectívoros, frugívoros, nectarívoros, carnívoros, piscívoros y hematófagos.
  • Morfología: Lo diferencia más notoria es que todos los murciélagos tienen alas que están formadas por pliegues de piel entre sus dedos y sus patas traseras, mientras que los roedores tienen cuatro patas de tamaño similar.
  • Locomoción: Todos los roedores se desplazan corriendo, caminando o saltando sin abandonar el suelo o la vegetación. Por otro lado, los murciélagos se desplazan volando. Algunos pueden caminar o dar pequeños saltos, pero su principal forma de movimiento es mediante el vuelo.
  • Percepción del entorno: Aunque ambos grupos tiene vista, olfato, gusto, tacto y oído, los murciélagos desarrollaron un sistema de ecolocalización que los roedores no. Son capaces de generar una imagen mental de su entorno mediante la percepción de ondas sonoras. Esto lo logran emitiendo sonidos que viajan por el aire y que, al chocar con un objeto, rebotan y llegan a sus oídos, de manera que esa información sonora se convierte en información sobre los objetos que tienen enfrente.
  • Dientes: La dentadura de los roedores se caracteriza por tener dos pares de incisivos (arriba y abajo) muy grandes, y un espacio llamado diastema antes de los molares, ya que carecen de caninos y premolares (Figura 2). Por el contrario, la dentadura de los murciélagos es más diversa y varia entre especies y su tipo de alimentación. Por ejemplo, los murciélagos hematófagos tienen dos pares de dientes incisivos muy filosos y molares muy rudimentarios (Figura 3), mientras que los carnívoros cuentan con caninos y molares muy desarrollados (Figura 4).

Figura 2. Cráneo de rata (Rattus norvegicus) con dos pares de incisivos grandes que preceden a un diastema. Fuente: https://www.darwinandwallace.com/

Figura 3. Cráneo de un murciélago hematófago (Desmodus rotundus). Cuentan con incisivos grandes y filosos para hacer cortes limpios en la piel de sus presas. Fuente: https://www.utep.edu/

Figura 4. Cráneo de Vampyrum spectrum, el cual es un murciélago carnívoro. Tiene grandes caninos y molares muy desarrollados. Foto: Andrea Caicedo Luna

  • Reproducción: La mayoría de los roedores tienen la capacidad de reproducirse varias veces al año y dar a luz a muchas crías. Sin embargo, la mayoría de los murciélagos sólo dan a luz a una cría, una vez al año.

Éstas fueron sólo algunas similitudes y diferencias: existen muchas más y se puede ahondar mucho en el tema. Pero con esta pequeña lista nos podemos dar cuenta de lo diferentes que son. Decir que los murciélagos no son ratas o ratones con alas no quiere decir que los roedores sean malos, simplemente que afirmar lo contrario es incorrecto. Y es debido a la falta de información y los estigmas asociados que los murciélagos, y muchos otros grupos de seres vivos, han sido objeto de malos tratos. Tanto roedores como murciélagos tienen un papel importante en sus ecosistemas: en la naturaleza no existe el bien ni el mal y solo su existencia es fundamental para el bienestar de muchas otras especies en todo el planeta, incluyendo a nosotros los humanos.