Texto por: Vania Olmos Lau
Asegurar que se vinculen los dos mundos (cambio climático y conservación de la naturaleza) es la respuesta corta.
Pero a pesar de que el vínculo entre el cambio climático y la conservación de la naturaleza pueda parecer obvio a algunos (sobre todo los que hemos visto sus impactos en campo), les puedo decir que esta conexión no es tan clara para la mayoría de las personas. Entonces, vamos a indagar un poco más en la pregunta: ¿qué hace una bióloga de la conservación en la COP de cambio climático?
Primero, ubiquémonos espacialmente. Políticos, científicos, activistas y líderes de opinión del mundo se reunieron en Madrid en diciembre del 2019 para discutir cómo hacer frente a la crisis climática. La COP25 del UNFCCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, siglas en inglés) se llevó a cabo en un espacio para convenciones inmenso, de varias naves, y aunque usted no lo crea, esta bióloga de bota se atrevió a enfrentar un día entero en tacones.
Primera y segunda nave: el área de mortales, muggles, gente común. Aquí pueden entrar todos (los que hayan conseguido acreditación – la mía fue una donación que una ONG amablemente cedió a Youth4Nature). En este espacio se encuentran salones libres donde los miembros de la sociedad civil pueden organizar eventos, juntas y actos de resistencia o demostraciones (siempre y cuando hayan solicitado un permiso), stands de las ONG más famosas del mundo, stands de empresas y stands (o pabellones) de países. Por ejemplo, en el stand de India ves fotografías gigantes de paneles solares, turbinas de viento y carreteras impecables con autos eléctricos. En el stand de Indonesia las fotografías son de frutos de palma de aceite para mostrar lo “bien” que se está manejando ese cultivo en el país.
Tercera y cuarta nave: el área para negociadores. Aquí la sociedad civil tiene acceso limitado, y si bien sí se puede entrar como observador a algunos eventos, a otros sólo pueden entrar los delegados oficiales que haya enviado cada país. Un ejemplo de negociación: la inclusión de una visión de género en las estrategias de cambio climático (en este tema dos delegadas de México lideraron a los otros países).
Regresemos al stand de India: ¿por qué hice énfasis en el contenido de las fotos? Porque hasta esta COP ése ha sido el espíritu principal de la discusión sobre cómo enfrentaremos la crisis climática – la tecnología nos salvará. El rol de la naturaleza en el diálogo sobre cambio climático se ha enfocado principalmente en los efectos que tiene el éste sobre la naturaleza, como la pérdida de glaciares, la acidificación de los océanos y los incendios descomunales. Sin embargo, se ha dejado de lado el poder que tiene la naturaleza para contribuir a la mitigación y adaptación de la humanidad al cambio climático.
En 2017, un artículo científico identificó que la naturaleza puede aportar hasta el 30% de las soluciones al cambio climático, pero este sector sólo recibe el 3% del financiamiento dirigido a cambio climático. Ejemplo de lo anterior es el video de la ONG Conservation International que se popularizó en septiembre del 2019 en donde aparecen la famosa Greta Thunberg y el activista George Monbiot. En él, un poco a manera de mofa, explican la existencia de una máquina fantástica que absorbe CO2 de la atmósfera y lo mete en la tierra, y encima de eso da oxígeno y se mantiene y reproduce sola. ¿El nombre de esta máquina?: árbol.
Gracias a esfuerzos como éste, en la COP25 la naturaleza logró tener un papel principal en las discusiones de cambio climático. Se abordaron temas como la manera en la que hacemos agricultura y muchos países se comprometieron a restaurar millones de hectáreas de tierras degradadas. Tal fue el cambio, que para la siguiente COP de cambio climático (COP26) se ha definido como tema principal a las soluciones basadas en la naturaleza. Aquí quiero hacer una pequeña pausa para que nuestros lectores recuerden ese término: Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) o Nature-based Solutions (NbS) en inglés. Éste fue el término que pasó a revolucionar el diálogo sobre cambio climático para transitar del énfasis en la tecnología hacia una integración de la naturaleza en nuestra búsqueda de soluciones.
En 2019, con estas ideas cobrando importancia entre los asistentes, fue que asistí a la COP de cambio climático gracias a un patrocinio de la organización juvenil Youth4Nature. La misión de los ocho miembros de este equipo internacional que asistimos a la COP era clara: posicionar a las soluciones basadas en la naturaleza antes los líderes del mundo durante las dos semanas que dura la COP. Tuve el gusto de liderar la organización de un evento llamado The Take-Over: Young Politicians and the Environment donde se invitó a políticos (relativamente) jóvenes a conversar sobre su relación con el medio ambiente y cómo su visión del mundo difiere de la de sus contrapartes mayores, lo que a su vez resulta en otro tipo de prioridades. Como pude, casi casi que ubicándolos y encontrándolos en los pasillos, agendé reuniones con miembros de las delegaciones oficiales de Panamá, Honduras y México, donde invité a otros jóvenes a dialogar con estos negociadores para insistir en lo importantes que son sus decisiones para nuestro futuro y el de la naturaleza como la conocemos. Si les interesa saber más de las actividades de Youth4Nature durante la COP, pueden leer este blog.
Este año, 2020, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, en inglés) lanzó el Estándar Global para las Soluciones Basadas en la Naturaleza para reforzar el impacto de la naturaleza frente a los desafíos globales. Cada vez hay más espacios para que biólogos y conservacionistas de cualquier disciplina tengan un papel protagónico en la lucha ante la crisis climática.
En conclusión, el mundo cada vez entiende mejor que clima, naturaleza y ser humano al final del día estamos relacionados y que, aunque la tecnología es muy importante para disminuir nuestras emisiones, no lograremos la meta si no traemos a la mesa a nuestra mejor aliada: la Madre Naturaleza. Y así, un grupo de jóvenes – promediando los 25 años – logramos dar un paso más para vincular el mundo del cambio climático y la conservación de la naturaleza.El equipo de Youth4Nature que asistió a la COP25 de UNFCCC.
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