Científicos australianos, miembros de la Organización Científica e Industrial del Commonwealth -CSIRO, por sus siglas en inglés- descubrieron que los árboles de eucalipto de la región de Kalgoorlie, en el Estado de Australia Occidental, drenan partículas de oro de la tierra a través de su sistema de raíces, depositándolas en sus hojas y ramas. Al igual que bombas hidraúlicas, los eucaliptos que tienen raíces que pueden extenderse decenas de metros por debajo del suelo, absorben el agua que contiene oro. Y como este oro es probablemente tóxico para la planta, ésa la traslada hacia sus hojas y ramas, desde las cuales puede ser liberado o derramado en el suelo.

Este hallazgo tiene poca oportunidad de desatar una nueva fiebre del oro, como en los antiguos tiempos, debido a que estas “pepitas” tienen un diámetro de aproximadamente una quinta parte de un cabello humano. No obstante podría ofrecer a las empresas de explotación de minerales una “oportunidad de oro”, ya que las hojas o los suelos debajo de los árboles pudieran indicar depósitos del precioso metal, enterrados a decenas de metros de profundidad y bajo sendimentos de hasta 60 millones de años. Estas hojas y muestras de suelos podrían, al ser combinadas con otras herramientas, convertir las técnicas de exploración actualmente vigente en más respetuosas del medioambiente y, sobre todo, en menos costosas.

Este descubrimiento ha sido publicado en la revista “Nature Communications

Boletín original: http://www.csiro.au/Portals/Media/Gilding-the-gum-tree-scientists-strike-gold-in-leaves.aspx