Investigadores del Laboratorio de Investigaciones de Productos Naturales del Instituto de Química del Noroeste Argentino -INQUINOA- e integrantes del CONICET, identificaron moléculas de alta potencia antibiótica en un arbusto espinoso que crece a más de 4.000 metros de altura en una de las regiones más áridas del planeta, y usaron algunos extractos de dichas planta, la Baccharis incarum, mejor conocida como tola, para inhibir bacterias aisladas de infecciones de piel y partes blandas de pacientes de hospitales de San Miguel de Tucumán. El objetivo es reemplazar productos sintéticos que pueden tener efectos secundarios en las personas tratadas.
Los científicos recolectaron la tola en la región de Antofagasta de la Sierra (Catamarca), que pertenece a la Puna de Atacama. Las especies vegetales que viven en estos ecosistemas de altura desarrollan mecanismos de adaptación para sobrevivir. Por ejemplo, producen gran cantidad de resinas que las protegen de la acción desecante de los vientos y de las condiciones de aridez, bajas temperaturas e intensa radiación ultravioleta.
Este trabajo, publicado recientemente en la revista “Phytotherapy Research”, apunta a la incorporación de alternativas terapéuticas a los productos sintéticos disponibles, que muchas veces resultan tóxicos o presentan efectos secundarios nocivos. Los químicos argentinos que impulsan estas líneas de investigación, se encuentran elaborando protocolos para desarrollar geles antibióticos con flavonoides de tola, los cuales podrían ser producidos por laboratorios fitoterápicos locales.
Boletín original: http://www.agenciacyta.org.ar/2013/09/identifican-sustancias-antibioticas-en-un-arbusto-de-la-puna-de-atacama/
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