Un equipo de investigadores en ingeniería biomédica de la Universidad de Míchigan, Estados Unidos, desarrollaron un nuevo tipo de electrodo delgado y flexible, diez veces más pequeño que el competidor más cercano, que podría, finalmente, hacer posible las mediciones a largo plazo de la actividad neural.
Este electrodo compuesto por fibra de carbono altamente conductiva, es recubierta con plástico para bloquear las señales de otras neuronas. La almohadilla de gelatina conductiva en su extremo se acomoda a las membranas blandas de las células y esta conexión estrecha permite que las señales de las células del cerebro se perciban con más claridad.
Para demostrar la nitidez y precisión con la cual dicho electrodo puede funcionar, los científicos lo implantaron en cerebros de ratas y pudieron registrar señales eléctricas de células aisladas.
Este tipo de tecnología podría usarse, eventualmente, para el envío de señales a miembros protésicos evitando la inflamación que causan los electrodos más grandes y que dañan tanto el cerebro como los electrodos mismos, además de permitir descifrar, a más largo plazo, los misterios que todavía guarda la actividad cerebral.
Fuente: Universidad de Michigan
Boletín original de la Universidad de Michigan: 20970-a-better-brain-implant-slim-electrode-cozies-up-to-single-neurons
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