La Universidad de Duke, Carolina del Norte, dio a conocer el 27 de septiembre del 2011, los resultados de un trabajo realizado por investigadores de su Centro Médico, en el cual afirman que un nivel elevado de colesterol, constribuye a la pérdida de densidad ósea. En efecto, este trabajo, a diferencia de otros, puso particular énfasis en la biología de los huesos, evidenciando la creencia errónea en el mundo médico de que los fármacos basados en la estatina que tenían un efecto positivo sobre la densidad de minerales en los huesos, se ejercía independientemente de su capacidad a disminuir el colesterol.

En lugar de enfocar sus análisis en el colesterol mismo, los investigadores concentraron sus observaciones en un producto que lo degradada, llamado 27-hidroxicolesterol. Y comprobaron, en experimentos sobre ratones, que esta sustancia inhibía las acciones positivas de los estrógenos sobre los huesos.

Estas conclusiones, sin lugar a dudas, abren nuevas líneas de investigación para el tratamiento potencial y la prevención de la osteoporosis, además de subrayar la potencialidad de algunos de los fármacos reductores del colesterol para con una mejor la salud ósea.

Boletín original: cholesterol-contributes-to-bone-loss-during-aging