Texto por Andrea Valdés

Los humanos procuramos cubrir nuestros olores desagradables con el uso de distintos aromas artificiales, para aumentar nuestro atractivo en la búsqueda de pareja o simplemente para hacer la convivencia social más llevadera. Pero no somos la única especie preocupada por nuestro olor. Para muchas otras especies el aroma es una característica importante en interacciones sociales como cortejar, detectar presas y depredadores o reconocer individuos, y los murciélagos no son la excepción.

El murciélago de sacos (Saccopteryx bilineata), tal y como su nombre común lo indica, se caracteriza por tener pequeños sacos en las alas. Dentro de estos bolsillos, que son más notables en los machos, éstos elaboran un peculiar “perfume”. Es difícil pensar que si mezcláramos nuestra saliva y orina, daría como resultado un buen aroma. Sin embargo, para el murciélago de sacos así sucede. Los machos mezclan su orina, saliva, sudor, y otros fluidos corporales, para hacer una fragancia que guste a las hembras o para marcar su territorio frente a otros machos.

En esta foto podemos observar el pequeño saco en el ala de un ejemplar del murciélago de sacos (Saccopteryx bilineata) capturado cerca de la Estación Biológica Tzendales en la Selva Lacandona. (Foto por Maripaula Valdés Bérriz)

En esta foto podemos observar el pequeño saco en el ala de un ejemplar del murciélago de sacos (Saccopteryx bilineata) capturado cerca de la Estación Biológica Tzendales en la Selva Lacandona. (Foto por Maripaula Valdés Bérriz)

Para la elaboración de lo que para ellos parece ser una deliciosa fragancia, estos murciélagos pasan incluso hasta una hora diaria obteniendo los ingredientes de distintas partes de su cuerpo y mezclándolos en sus sacos. Una vez hecha la mezcla la dejan fermentar un poco, quedando lista para su uso. Y finalmente, al atardecer y al amanecer, cuando hay más actividad en la colonia, los machos vuelan frente a las hembras abriendo sus sacos y aleteando para esparcir su olor, tratando siempre de dar la mejor impresión (ver video de este comportamiento). A pesar de que otras especies de este género (Saccopteryx) también tienen de estos sacos alares, S. bilineata es el único en el que se ha visto la elaboración de un “perfume”, que si bien no es un perfume de marca reconocida, cumple una función muy parecida.

Un murciélago de sacos (Saccopteryx bilineata) perchado en una cabaña en el Ejido Boca de Chajul en la Selva Lacandona, Chiapas. (Foto por Maripaula Valdés Bérriz)

Un murciélago de sacos (Saccopteryx bilineata) perchado en una cabaña en el Ejido Boca de Chajul en la Selva Lacandona, Chiapas. (Foto por Maripaula Valdés Bérriz)