Investigadores de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Sao Paulo -USP-, Brasil, comprobaron la viabilidad, mediante experimentos con animales, del uso de un polímero de quitosano en la aplicación de vacunas, permitiendo de esta forma hacer abstracción de las agujas. El mencionado polímero reviste el antígeno de la vacuna y garantiza que el mismo sea absorbido por el organismo al ser aplicado por vía nasal. El método fue probado exitosamente en ratones, pero necesitará nuevos estudios antes de poder ser aplicado a seres humanos.

Según los científicos a cargo del desarrollo de la tecnología, los experimentos fueron realizados con base en la vacuna de la hepatitis B, pero con la idea de crear un modelo que pudiese ser adaptado para otras vacunas. En la producción de la vacuna se empleó el quitosano, un polímero producido a partir de quitina, sustancia que se encuentra en los artrópodos, como el camarón y el cangrejo. Una vez aplicada la vacunación, el polímero se adhiere a las vías nasales, lo que permite que el antígeno sea absorbido por el organismo y que se desarrollen los anticuerpos.

Los experimentos en animales demostraron que el polímero puede encapsular cualquier otro tipo de proteína, lo que podría permitir el uso de antígenos para otras enfermedades. La principal ventaja de la vacunación por vía nasal, sea ésa por spray o por nebulización, es la eliminación del uso de agujas al momento de su aplicación, reduciendo al mismo tiempo los riesgos de contaminación potencial para los trabajadores del sector salud.

Boletín original de la USP:  fcf-comprova-o-uso-de-vacina-por-via-nasal-que-dispensa-utilizacao-de-agulhas