Por Marina Rivero
Los murciélagos, como ya se ha mencionado en notas anteriores, son uno de los grupos con más diversidad de especies y que son capaces de llevar a cabo un montón de funciones ecológicas como: dispersar las semillas de los árboles de la selva, controlar las plagas de insectos que afectan los cultivos como el maíz y polinizar agaves, saguaros y árboles como el cazahuate. Además, los puedes encontrar refugiándose en infinidad de sitios que pueden ser desde cuevas y construcciones abandonadas, hasta árboles huecos y ramas de árboles. También hay murciélagos que pueden modificar estructuras para hacer sus propios refugios. Uno de ellos es el murciélago de orejas redondas (Lophostoma silvicolum; Figura 1). Esta especie hace huecos en los termiteros activos, es decir ocupados por las termitas, para que toda la familia de murciélagos viva dentro de ellos. En este tipo de refugio conviven con las termitas y aprovechan el calor que producen para mantenerse calientitos. Otro grupo de murciélagos que también construye sus refugios, y que es muy común encontrarlo en las selvas tropicales son los murciélagos tienderos. en México solo puedes encontrarlos en la Selva Lacandona en Chiapas. Como ya se describió anteriormente en “Los murciélagos albañiles que viven de regenerar las selvas”, estos murciélagos hacen cortes con los dientes para modificar la forma o estructura de las hojas, que generalmente son de palmas, para formar estructuras con arquitecturas que asemejan a las tiendas de campaña (Figura 2).
Muchos científicos se han dado a la tarea de estudiarlos y han encontrado que existen muchas beneficios para los murciélagos que usan tiendas como refugio. En uno de estos estudios encontraron que cuando llueve en la selva —que no es raro por cierto— se filtra debajo de las tiendas menos agua que en las palmas que no tienen tiendas. Además también han encontrado que las tiendas pueden ayudar a mantener la temperatura corporal de estos murciélagos, ya que las tiendas retienen el calor más eficientemente que una hoja sin modificar. Refugiarse en tiendas también les ayuda a los murciélagos a tener menos parásitos, como los estréblidos, que son pequeños insectos parientes de las moscas. Se ha visto que estos insectos se acumulan más en los murciélagos que viven en cuevas y en otros tipos de refugios que son permanentes como las construcciones, y menos en los que ocupan refugios ocasionales como las tiendas que pueden durar desde unas cuantas semanas hasta algunos meses.
Los científicos además de buscar respuestas sobre los beneficios que tienen las tiendas, también se han preguntado ¿cómo es que estos murciélagos deciden dónde construir sus tiendas? Como nosotros, los murciélagos también toman decisiones sobre dónde construir su refugio para vivir. Cuando tú estás buscando comprar o rentar un lugar dónde vivir lo primero que haces es ver si tiene los requisitos que buscas, como el número de cuartos y baños, el tamaño de la cocina, si es de un piso, o es un departamento, etc. Después, visitas los alrededores para ver si hay supermercados cerca, parques, lugares para divertirte o si es seguro el vecindario. Lo mismo sucede con los murciélagos tienderos. Los biólogos han demostrado que estos murciélagos seleccionan, de entre la gran variedad de plantas de la selva, únicamente algunas especies para construir su tienda. También eligen hojas que tengan un tamaño y altura específicos. Pero además, también seleccionan el sitio con base en las características de la vegetación que rodean a la planta donde van a construir la tienda, es decir el vecindario.
Por ejemplo, estudios sobre Ectophylla alba, una especie de murciélago tiendero que vive en Centroamérica construye sus tiendas únicamente con un tipo de arquitectura llamado bote invertido y lo hace solamente en unas cuantas especies de Heliconias o platanillo (Heliconiaceae), en las que las hojas son muy similares a las del plátano (Figura 3). Estos murciélagos prefieren los “vecindarios” en selvas que están en proceso de regeneración en vez de selvas maduras, pero que tengan muchas copas de árboles que los protejan del sol y que además no haya muchos arbustos cerca de sus tiendas para que puedan entrar y salir libremente de ellas.
En el Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrado Terrestres realizamos un estudio similar al ejemplo anterior de Ectophylla alba, para ver si los murciélagos tienderos que viven en la Selva Lacandona también seleccionan características específicas de la vegetación para construir sus tiendas. Para ello, seleccionamos las dos arquitecturas más abundantes que encontramos en la Selva Lacandona: de arquitectura de sombrilla (Figura 4) y bífida (Figura 5). Después buscamos todas las tiendas posibles, y encontramos 50 con arquitectura bífida y 38 con arquitectura sombrilla. Para cada tienda medimos las características de la vegetación que las roeaba, como por ejemplo la apertura del dosel, o cuanto está cubierto por las copas de los árboles, y del sotobosque, es decir de la zona cercana al suelo, y determinamos la densidad de árboles que rodeaban a las tiendas. Además, medimos las características de plantas de la misma especie que rodeaban donde los murciélagos construyeron las tiendas, pero que no estuvieran modificadas. Esto nos permitió comparar los sitios donde hay tiendas con los que no tienen. De esta forma, tenemos características comparables con las que podemos decir cuáles son las que prefieren los murciélagos para construir sus tiendas. Para sorpresa nuestra, encontramos que los murciélagos tienderos de la Selva Lacandona, al igual que Ectophylla alba de Centroamérica, sí seleccionan su vecindaio, es decir ciertas características de la vegetación para elegir el lugar donde construir las tiendas. Los murciélagos tienderos que construyen tiendas con arquitectura sombrilla prefieren sitios con un dosel más cerrado, seguramente porque evita que los rayos del sol penetren hasta los estratos más bajos de la selva y así se mantiene una temperatura más estable. Pero además, escogen sitios en los que la densidad de árboles es más baja, así los murciélagos pueden llegar a sus tiendas más fácilmente. Las palmas que usan para construir sus tiendas son de alrededor de 2m de alto, seguramente con esto se mantienen lejos del suelo, donde puede haber depredadores como las serpientes, pero al mismo tiempo usan hojas que son más fáciles de modificar, lo que implicaría más esfuerzo para hacer los cortes en palmas más altas y grandes, que por lo regular son más duras. Utilizar hojas más duras implica más gasto de energía de los murcielagos tienderos.
En cambio, los murciélagos que hacen tiendas con arquitectura tipo bífida las construyen en sitios con un sotobosque abierto, es decir que en una circunferencia de alrededor de 5 metros alrededor de la planta hay no hay mucha vegetación. El espacio libre alrededor de los palmas en donde construyen sus tiendas, puede estar relacionado, al igual que en las tiendas con arquitectura de sombrilla, con el acceso a la tienda. Pero, a partir de los 10m alrededor de éstas el sotobosque que rodea la tienda es más cerrado. Ésto probablemente les ayude a crear una barrera de protección ya sea contra depredadores o contra corrientes de aire que puedan dañar la tienda, ya que las hojas donde las construyen, son muy frágiles y pueden voltearse con facilidad. Además, en contraste con las tiendas de sombrilla se encontró que en donde están las tiendas con arquitectura bífida, hay una alta densidad de árboles, lo que también puede estar asociado con la protección contra el viento, suponiendo que los árboles se encuentran alejados de la tienda.
Finalmente, podemos decir que, cuando los murciélagos tienderos de la Lacandona deciden cambiarse de casa seleccionan su vecindario antes de decidirse a construir sus refugios, igual que nosotros. Pero ahora lo nos falta conocer un poco más es sobre el vecindario que seleccionan. Probablemente la presencia de las tiendas también esté relacionado con la cercanía a sus fuentes de alimentación, que en este caso son los árboles frutales, o con la cercanía a otras tiendas donde vivan sus vecinos y con los cuales realicen diversas interacciones sociales. ¡Pero esa es otra historia!
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