El portal web de la revista Science dió a conocer un video en el que sobrevivientes del bombardeo de Hiroshima dan a conocer su opinión sobre la importancia de la investigación en radiación.

El 6 de agosto de 1945, hace 75 años, Estados Unidos dejó caer una bomba nuclear que explotó 600 metros sobre la ciudad de Hiroshima. Se calcula que murieron entre 90 mil a 120 mil personas por la explosión. Tres días después bombardearon la ciudad de Nagasaki en donde murieron otras 60 mil a 70 mil personas. Las personas murieron instantáneamente por el calor de las explosión pero en los siguientes días y semanas otros murieron por las heridas y por las enfermedades debidas a la radiación. Los sobrevivientes de la radiación fueron llamados “hibakusha” que significa sobrevivientes de las bombas atómicas.

Kunihiko Iida, es uno de esos sobrevivientes, él tenía 3 años al momento del bombardeo. Su mamá y su hermana murieron un mes después de los bombardeos. “De alguna manera me las arreglé para terminar la escuela primaria pero no había fin para las enfermedades que tenía. Recientemente he tenido tos, por el asma, también he necesitado dos operaciones por tumores en el cerebro” declaró.

De acuerdo con el video, elaborado por Science, poco después de los bombardeos, tanto investigadores japoneses como estadounidenses, visitaron el sitio del bombardeo, con diferentes propósitos.

Los japoneses se enfocaron en los efectos que presentaban los sobrevivientes, mientras que los americanos querían entender de que manera murió la gente por la radiación para usar esos conocimientos en las futuras guerras nucleares. En 1947 Estados Unidos fundó la Atomic Bomb Casualty Commission (ABCC) en Hijiyama para llevar a cabo estudios de largo plazo en las víctimas de los bombardeos. En 1975, este centro se reorganizó y renombró como Radiation Effects Research Foundation (RERF).

Ciento veinte mil hibakusha se enrolaron para los estudios que monitorearían su salud por décadas. Los Estados Unidos decidieron no aportar tratamientos para las enfermedades ya que eso podría constituir una admisión de culpa.

Ida declaró que ésta institución no tenía una buena reputación entre los hibakusha. En su opinión, los científicos sí se entusiamaban con la investigación y querían hacer cosas maravillosas, sin embargo muchos hibakusha estaban decepcionados e insatisfechos con el hecho de que no se proveían tratamientos.

Othsura Niwa, funcionario de RERF, señaló que la dimensión humana había quedado en segundo plano, principalmente cuando inició este instituto. El énfasis está en cómo se hacía ciencia, de forma muy meticulosa, exhaustiva y bien planeada.

Crédito: Science
La cantidad de radiación a la que se expusieron las víctimas de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki dependía de la distancia que se encontraban de la zona cero.

Los científicos usaban métodos detallados para medir la radiación y para entender su impacto en los sobrevivientes. Un foco principal de las investigaciones, era determinar a cuanta radiación habían sido expuestos los sobrevivientes, la cual dependía de su distancia de la zona cero, el lugar donde estallaron las bombas, en qué tipo de edificio se encontraban en incluso en qué posición estaba su cuerpo.

Los estudios llevados a cabo a lo largo de décadas permitieron a los investigadores determinar la relación entre las dosis de radiación recibida y el riesgo de desarrollar cáncer. Los hallazgos permitieron establecer límites globales las dosis de radiación a los que la gente puede estar expuesta, por ejemplo en procedimientos médicos.

“Toda la gente que va a los hospitales hoy en día para diagnósticos en los que se usa radiación, se beneficia de los sobrevivientes. Así que su contribución al mundo es muy grande”. Debemos de seguir a los sobrevivientes, hasta el último de ellos, de manera que estaríamos recopilando la experiencia de la radiación atómica a lo largo de toda una vida, señaló Othsura Niwa.

Las muestras biológicas recopiladas a 30 mil participantes a lo largo de siete décadas están a la espera de análisis genéticos, los cuales podrían ayudar a identificar los efectos de la radiación en las moléculas del cuerpo.

En 2017, Othsura Niwa presentó un reconocimiento a aquellos que participaron en el estudio expresando pesar de que no recibieron tratamiento. “Realmente se tiene que considerar el lado humano, de otra manera la ciencia no significa nada para los sobrevivientes”.

Algunos de los sobrevivientes opinan que la Radiation Effects Research Foundation debería continuar con sus estudios y dar a conocer a detalle sus resultados. Además deberían encontrar cómo contrarrestar los efectos de la radiación y promover la buena salud.

Aquí puedes ver el video producido por Science

Redacción: Ciencia UNAM. Naixieli Castillo