Un trabajo argentino, realizado en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV), dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), presenta las primeras evidencias en plantas de “lucha física y de adquisición de armamentos” para garantizar su reproducción.

La confrontación masculina entre individuos de una especie es muy bien conocida en animales y fue propuesta como una de las formas de “selección sexual” en 1871 por Charles Darwin en su obra “El origen del hombre”, titulado en inglés como «The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex«. La otra forma de selección sexual, menos “bélica”, es la elección femenina en función del despliegue de ciertos atributos del macho, como, por ejemplo, la cola en el pavo real. Este nuevo trabajo sugiere ahora que esta fuerza evolutiva está operando en plantas.

Los científicos estudiaron la parte masculina del plumerillo negro (Oxypetalum solanoides) y otras especies afines, plantas que crecen en climas subtropicales de Brasil y de Argentina. “Esta estructura se encuentra conformando paquetes de polen relativamente voluminosos y complejos llamados polinarios”, explicó uno de los investigadores. El polen “fecunda” la parte femenina u óvulo de la planta (para dar nacimiento luego a una nueva planta) después de ser transportado por insectos polinizadores. Los científicos demostraron que los polinarios desarrollan unos “cuernos” que permiten bloquear el anclaje de otros polinarios rivales al mismo polinizador que lo está transportando. La portación de estas “armas le confieren mayor probabilidad de fecundar otras flores”. El estudio ha sido destacado en medios como The Economist, Science News Magazine y The Week.

Fuente: Agencia Cyta – Instituto Leloir.
Boletín original: http://www.agenciacyta.org.ar/2014/08/argentinos-descubren-%E2%80%9Ccompetencia-masculina%E2%80%9D-en-plantas/