Investigadores de la Escuela de Ingeniería Química de la Universidad de Michigan, Ann Arbor, Estados Unidos, descubrieron que cuando giraban nanopartículas en una simulación, algunas en la dirección de las agujas del reloj y otras en sentido contrario, las partículas se unían en una compleja arquitectura.

Los científicos descubrieron el  comportamiento mientras realizaba una investigación buscando métodos para hacer que las partículas  se adhirieran a sí mismas, sin procedimientos complicados – uno de los mayores desafíos de nanotecnología. Cuando las unidades son mil veces más pequeñas que un grano de arena, las técnicas normales para construir estructuras ya no son eficaces.  Por esta razón, los investigadores exploran maneras para que el  orden se desarrolle naturalmente, desde el desorden muy parecido a lo que pudo haber ocurrido en los inicios de la vida.

“Si somos capaces de entender ésto, no sólo podemos imaginar nuevas maneras de producir nuevos materiales y dispositivos, sino también podemos empezar a entender cómo las primeras estructuras vivas surgieron de una sopa de sustancias químicas”, comentó una de las investigadoras involucrada en el proyecto. Las conclusiones de este estudio han sido publicadas en la edición en línea de la revista “Physical Review Letters” y serán presentadas este próximo 6 de marzo a la reunión de la “American Physical Society”.

Fuente: Universidad de Michigan
Boletín original: http://ns.umich.edu/new/releases/22009-pinwheel-living-crystals-and-the-origin-of-life