Por primera vez, un equipo de investigadores hispano-argentinos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas –CONICET- de la Argentina y del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias de la Universidad de Barcelona, logró describir en artrópodos (grupo de animales que abarca a insectos, arácnidos y crustáceos, entre otros) cómo operan las representaciones neuronales del mapa espacial visual para fijar la posición de objetos puntuales, como predadores, y poder así eludirlos.

 

El estudio se centró en cangrejos de la especie Neohelice granulata, popularmente conocidos como cangrejos del barro, que habitan en las costas de Argentina y de Brasil y cuyos predadores más comunes son las gaviotas. Esta especie de cangrejos resultó ser un excelente modelo para descifrar los principios neurocomputacionales de los que se sirve el cerebro de los animales para evitar las colisiones. En efecto, para evadir eventuales choques del objeto que se acerca, los cerebros deben transformar la información visual que obtienen de la posición y dinámica de movimiento del objeto en un mapa de control motor.

 

Los científicos realizaron experimentos con cangrejos expuestos a estímulos visuales que simulan objetos que se aproximan rápidamente. Y pudieron determinar que para mantener su escape en dirección opuesta a la posición del estímulo, el cangrejo ajusta de manera constante la dirección de su carrera con una sensibilidad a cambios en la posición del estímulo de menos de un grado. Descubrieron que el ajuste de la dirección en función de la posición del estímulo estaría controlado por un sistema de 16 neuronas que, desde cada hemisferio cerebral, mapean los 360 grados del campo visual que el animal percibe con cada uno de sus ojos. Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista científica “Journal of Neuroscience”.

 

Fuente: Agencia CyTA-Instituto Leloir

Boletín original:  http://www.agenciacyta.org.ar/2015/05/describen-el-mapa-espacial-neuronal-que-guia-el-escape-de-los-cangrejos/