Un grupo de investigadores del Centro de Vuelos Espaciales Goddard, de la NASA, acaba de descubrir que ante la llegada inminente de una tormenta solar, nuestro planeta no se limita a «quedarse sentado» a la espera de que la magnetósfera soporte la embestida, sino que pasa al contraataque de forma activa, levantando un auténtico escudo adicional de partículas de plasma para oponerse a la agresión. La investigación se publica en el último número de “Science Express”.
En el complejo sistema de relaciones entre la Tierra y el Sol, hay una en particular que se repite una y otra vez desde que el mundo es mundo: nubes de material solar bombardean continuamente nuestro planeta al tiempo que su escudo magnético natural, la magnetósfera, evita que la radiación llegue a la superficie. Otros planetas que no cuentan con ese escudo han sido, como es el caso de Marte, literalmente esterilizados por la incesante radiación solar.
La agresión, sin embargo, no siempre se produce de igual forma o con la misma intensidad. Por un lado, recibimos un flujo constante de partículas, el viento solar, que es desviado sin problemas por la magnetósfera. Pero de vez en cuando, una gigantesca erupción en la superficie del Sol desprende una nube masiva de material ardiente que es lanzada a toda velocidad contra nosotros. Es lo que se conoce como eyección de masa coronal o CME. A veces, su configuración es tal que la magnetosfera consigue bloquear casi todo el material. Pero en otras ocasiones, el ataque consigue abrir grandes brechas en el escudo magnético terrestre y el plasma llega hasta la superficie. La comprensión de cómo se producen exactamente estos fenómenos resulta de la máxima importancia para prevenir efectos que pueden llegar a ser catastróficos.
Fuente: ABC
Boletín original: http://www.nasa.gov/content/goddard/themis-discovers-new-process-that-protects-earth-from-space-weather/#.Ux9rms4dRIk
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