Un equipo internacional de astrónomos detectó una rara molécula en la atmósfera de Venus, que podría ser producida por organismos vivientes, de acuerdo con un estudio publicado el 14 de septiembre en Nature Astronomy. El descubrimiento pone a este planeta, reconocido por ser la luz más brillante en un cielo oscuro, en el centro de la discusión científica sobre dónde debería buscarse vida extraterrestre.
De acuerdo con el periódico Washington Post, los investigadores dejaron claro que el hallazgo no constituye una detección directa de vida en Venus. Sin embargo, las observaciones astronómicas confirmaron la presencia de fosfina, cerca del tope de las nubes ácidas que cubren el planeta.
La fosfina es una molécula simple producida en la Tierra por bacterias o a través de procesos industriales. Como resultado está en la lista de moléculas, entre las que se encuentra el oxígeno, que son consideradas por los científicos como potenciales biofirmas de vida en aquellos planetas que tienen tamaño similar a la Tierra.
Los investigadores dijeron que no conocen ninguna explicación no biológica que de cuenta de la abundancia de la molécula en la atmósfera venusina.
Clara Souza Silva, astrofísica molecular del Massachusetts Institute of Technology y coautora del estudio publicado en Nature Astronomy dijo: “Hicimos nuestro mejor esfuerzo para mostrar que otra cosa podría estar causando la fosfina en la cantidad que encontramos en Venus, y no encontramos nada que se acercara a una explicación”.
Venus está hirviendo en la superficie, pero hay capas de la atmósfera en las que las temperaturas y las presiones son moderadas y la radiación solar no es tan intensa. Por décadas los científicos planetarios han especulado que los microbios podrían estar circulando en la atmósfera, la cual está dominada por el ácido sulfúrico, dióxido de carbono y tiene solo pequeñas trazas de vapor de agua. Sin embargo, hasta ahora la pruebas robóticas han revelado un paisaje de Venus en el cual es inimaginable cualquier forma de vida.
Lee el estudio de Nature Astronomy aquí
Fuente: Washington Post
Redacción. Naixieli Castillo. Ciencia UNAM
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