Texto, fotografías y videos de: Daniela Cafaggi
Viajando por carretera desde la Ciudad de México hacia Tucson, Arizona, mi compañero de aventuras y colega, Ganesh Marín y yo decidimos parar para recargar energía en algunos puntos estratégicos de la costa del Golfo de California. Uno de ellos fue el puerto de Topolobampo en el estado de Sinaloa, a 1400 km de casa.
A sólo 10 km del puerto en donde nos hospedamos conocimos El Maviri, una isla con una playa hermosa a la que para llegar se deben atravesar varias zonas de manglar. A un costado del puente carretero que permite llegar a la isla tuvimos la suerte de encontrar la Cueva del Murciélago (Video 1). El lugar no es difícil de ubicar para quienes hemos tenido la fortuna de trabajar con murciélagos, pues es especialmente fácil reconocer el fuerte olor del guano (excremento de murciélago) a varios metros de distancia. Además, si llevas las ventanas del auto abiertas, es posible escuchar los miles de chillidos que salen del cerro en el que se encuentra el refugio.
La cueva está habitada por murciélagos mexicanos de cola libre o murciélagos guanero (Tadarida brasiliensis), una de las especies de murciélago más ampliamente distribuidas en el continente americano. A unos metros de la entrada nos encontramos con el siguiente letrero: “Periodo de avistamiento de murciélagos de mayo a octubre” (Imagen 1). Esto se debe a que durante el invierno las poblaciones de murciélagos del sur de Estados Unidos y del norte de México migran de hacia el centro y sur de nuestro país para aparearse, y cada primavera la mayor parte de las hembras migran de regreso al norte para formar colonias de maternidad en donde tienen a sus crías. Ésta es una de esas cuevas (Imagen 2).
Emocionados, y después de una buena nadada y unos ricos mariscos, llegamos faltando poco para el atardecer a buscar el mejor sitio para presenciar el espectáculo. Nos estacionamos a un lado del camino y preparamos las cámaras. El espectáculo nos dejó sin palabras (Video 2 – 4).
Como bióloga especializada en murciélagos, uno de los lugares que siempre he querido visitar es el famoso Congress Avenue Bridge, en Austin, Texas , conocido por ser uno de los lugares con mayor agregación de murciélagos en el mundo. Sin embargo, a juzgar por lo que he visto en los videos, esta cueva no le pide mucho al puente de Austin y, al igual que en Texas, la cueva de Maviri atrae a turistas y locales a presenciar el espectáculo (Imagen 3).
Aproximadamente a las 6:20 pm los murciélagos comenzaron a despertar. La actividad iba en aumento conforme pasaban los minutos. Poco antes de las 6:30 pm los murciélagos empezaron a agruparse volando en círculos en la entrada de la cueva para posteriormente salir. Al igual que las parvadas de aves y los peces que forman cardúmenes, este comportamiento de agrupamiento genera un efecto de dilución del riesgo y un efecto de confusión que brindan a los animales algo de protección contra los depredadores. El primero se refiere a que, cuanto mayor sea el número de individuos del grupo, menor es la probabilidad de cada uno de ser elegido como presa. El segundo describe que, ante un grupo numeroso de presas, los depredadores tienen mayor dificultad para elegir un individuo y enfocarse en él debido a la sobrecarga de objetivos móviles en su canal visual . Una vez afuera, los murciélagos se mantienen juntos formando lo que parecieran ser caminos flotantes (Video 5 Y 6) y después se dispersan debido a que la gran cantidad de animales que emerge los vuelve fáciles de detectar por los depredadores, especialmente si aún hay luz de día. A las 7:00 pm y a las 7:40 pm los murciélagos nos deleitaron nuevamente con dos salidas más, cada una igual de espectacular que la primera.
La visión de tal cantidad de animales en vuelo y sus sonidos fue asombrosa, pero más asombroso es intentar imaginar la cantidad de insectos que serían devorados esa noche por ellos. Los murciélagos guaneros son capaces de ascender hasta 3000 m sobre el nivel del suelo, alcanzar una velocidad de 160 km/h y volar más de 100 km cada noche buscando alimento. Ese día cada uno de ellos comería más de la mitad de su peso en insectos. Ya que en su dieta consumen polillas que se encuentran entre las principales plagas de los cultivos de importancia económica, su rol como depredadores ayuda a reducir el daño a los cultivos y el gasto en pesticidas. Por ejemplo, se estima que en Estados Unidos el valor del servicio de control de plagas proporcionado por estos murciélagos para el cultivo del algodón oscila entre 4.6 y 6.4 millones de dólares anualmente.
Si bien los principales depredadores aviares de los murciélagos son los búhos y las lechuzas (Strigiformes) por sus hábitos nocturnos, existen más de 100 especies de aves diurnas (Accipitriformes y Falconiformes) que también se alimentan de ellos. En esta ocasión, durante la primera salida de murciélagos, logramos ver lo que parecía ser un halcón cazando (Video 7). A la mañana del día siguiente, cuando regresábamos de la playa , vimos dos caracaras quebrantahuesos (Caracara cheriway) entrando y saliendo de la cueva, pero fui demasiado lenta con el celular y sólo pude grabar a uno de ellos posado sobre un cactus a la entrada (Video 7).
Una vez terminada la salida, nos acercamos a la cueva. Dentro pudimos observar al menos 5 botes de plástico, de los cuales algunos parecían estar quemados (Imagen 4). Tristemente, debido a la desinformación y a los mitos que existen sobre los murciélagos, una práctica común de la gente para alejarlos o exterminarlos es introducir a sus refugios llantas o plásticos para quemarlos dentro. Además, el vandalismo a las cuevas y la extracción de guano para fertilizante también ponen en peligro a las poblaciones de murciélagos. Esta cueva es de especial importancia y vulnerabilidad, ya que alberga a las madres y crías que formarán parte de la futura generación de murciélagos. Por esto es importante redoblar esfuerzos en la protección de las cuevas y, sobre todo, en programas de educación ambiental dirigidos a diversos públicos, como lo hace el Programa para la Conservación de Murciélagos de México (PCMM).
En conclusión, Ganesh y yo estamos felices de habernos cruzado con este lugar que despertó nuestra curiosidad de biólogos y nos regaló una experiencia maravillosa. A todos aquéllos que viajen a este destino les recomendamos hacer esta parada y visitar a los murciélagos de Maviri. Eso sí, siempre con el respeto y el cuidado que se merecen.