Texto de: Carmen Lizeth Tzintzun Sánchez

Durante el confinamiento por la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2, comenzaron a salir muchas noticias y videos de animales silvestres cruzando edificios y calles, e incluso algunas personas han tenido la fortuna de encontrarlos cerca de sus casas. Estos avistamientos han generado gran curiosidad entre los habitantes, quienes se han preguntado si esto se debe al confinamiento.

Las ciudades son algunos de los ambientes más alterados por las actividades humanas, ya que están llenas de construcciones y para crearlas ha sido necesaria la destrucción de los hábitats naturales con la consecuente pérdida de la biodiversidad. Aunque la urbanización provoca la desaparición o disminución de algunos organismos y sus hábitats, también crea nuevos espacios que pueden ser ocupados por especies que tienen la capacidad de sobrevivir a estas nuevas condiciones.

Algunos mamíferos pueden adaptarse a zonas urbanizadas y, dependiendo de la especie, tendrán diferentes niveles de interacción con el ser humano. Por ejemplo, algunos pueden sobrevivir en este nuevo hábitat, pero no utilizan recursos como construcciones para refugiarse o cultivos y desperdicios para alimentarse, por lo que dependen de recursos como áreas verdes, áreas naturales remanentes o especies nativas que forman parte de su alimentación para lograrlo. Un ejemplo es la zorra gris (Urocyon cinereoargenteus), que a pesar de sobrevivir en zonas urbanizadas y alimentarse algunas veces de desperdicios, sigue dependiendo de áreas naturales remanentes para refugiarse o para su reproducción, por lo que sus poblaciones son menores en zonas con mayor perturbación.

Imagen 2: Zorra gris (Urocyon cinereoargenteus) en Hays County, TX, USA. Fotografía por Greg Lasley. Registrado bajo licencia de Creative Commons CC-BY-NC. Obtenida de Naturalista.

Otras especies pueden habitar dentro de las ciudades y explotar los recursos que estas ofrecen, de tal manera que sus poblaciones pueden ser incluso mayores dentro de las urbes que en zonas rurales. Uno de los mejores ejemplos que podemos encontrar en la Ciudad de México es el cacomixtle norteño (Bassariscus astutus), del cual se han registrado más de setecientos avistamientos en el norte y sur de la ciudad, siendo Xochimilco, Tlalpan y Coyoacán las alcaldías con mayor porcentaje de observaciones. Estos mamíferos pueden sobrevivir en las ciudades ya que tienen una dieta muy variada que incluye frutos, aves, insectos, ratones e incluso desperdicios o croquetas de animales domésticos, además de beneficiarse de la disminución de depredadores para sobrevivir.

Imagen 3: Cacomixtle norteño (Bassariscus astutus). Fotografía por Néstor González Rodríguez.

Al igual que los cacomixtles, otros mamíferos alrededor del mundo han hecho un hogar de las ciudades y sus suburbios, desde mapaches, tlacuaches, osos negros y coyotes en América del Norte hasta zorros rojos y tejones en Inglaterra o leopardos en India. El confinamiento pudo provocar que estos animales llegaran a sitios que suelen evitar por la cantidad de autos y personas, o quizás los humanos al pasar más tiempo en su casa han tenido oportunidad de ver el mundo natural que persiste a pesar de las ciudades. Lo que es cierto es que estos animales han logrado sobrevivir a la urbanización durante años debido a cambios en su alimentación, sus períodos de reproducción, horarios de actividad o incluso en su morfología.

Debido a que la urbanización es un fenómeno que se ha acelerado a escala global, es de gran interés realizar más estudios sobre estas especies y generar estrategias que permitan disminuir o evitar los efectos negativos de las interacciones entre humanos y fauna silvestre, así como fomentar su conservación y la de las áreas verdes que necesitan para sobrevivir dentro de las ciudades. La próxima vez que salgas presta más atención a tu alrededor y tal vez logres ver un vecino inesperado en la ciudad.

Referencias

Bateman, P. W., & Fleming, P. A. (2012). Big city life: Carnivores in urban environments. Journal of Zoology, 287(1), 1–23. https://doi.org/10.1111/j.1469-7998.2011.00887.x

Castellanos-Morales, G. M., García-Peña, N., & List, R. (2009). Ecología del cacomixtle (Bassariscus astutus) y la zorra gris (Urocyon cinereoargenteus). Biodiversidad del Ecosistema del Pedregal de San Ángel, 2015, 371–381.