Texto por: Alejandra Gallegos Castro
En las culturas occidentales, los murciélagos fueron comúnmente relacionados con seres oscuros y malévolos, y tiempo después serían ligados a los legendarios vampiros gracias a la novela Drácula. En contraste, en culturas orientales y principalmente en la cultura China, los murciélagos tienen una connotación distinta, pues su imagen se relaciona con la buena fortuna, personificando un símbolo de longevidad, de riqueza, de salud, de amor a la virtud y de una muerte pacífica. En estas culturas, las representaciones de animales tienen simbolismos incluidos en diversos objetos de cerámica, porcelana, bronce y jade. No es coincidencia que, en chino, las palabras bendiciones y murciélago sean homónimas: fu (福). Desde China, la interpretación de un mensaje de prosperidad fue exportada a Japón y modificada a través del tiempo. Según algunas explicaciones, la palabra japonesa para murciélago, Kômori (宝石), proviene de significados como la protección de los ríos, Kawamori (河森), la piel que se estira entre los huesos, Kawahari (川張) o que comen mosquitos, Kawahori (プロトコル).
Murciélagos y melocotones al horno
China, durante la Dinastía Qin (207—221 a. E.C.), fue una de las primeras en desarrollar el arte en la cerámica. Los melocotones y los murciélagos se relacionaron por su simbolismo místico y fueron motivos decorativos muy populares. La fertilidad representaba a las semillas y la inmortalidad a los melocotones. La conexión de ambos con los murciélagos puede interpretarse como uno de los beneficios que proveen los murciélagos, que hoy conocemos como dispersión de semillas.
Así, hoy en día la presencia de murciélagos como una bendición duradera en el tiempo podría interpretarse como los servicios ecosistémicos que nos proveen mediante sus interacciones con las plantas. La polinización y la dispersión de semillas por parte de los murciélagos juegan un papel importante en la regeneración de los bosques. Por ejemplo, el zorro volador de Ryukyu (Pteropus dasymallus, Figura 2), que habita en Japón, se alimenta del melocotón (Prunus persica), además de flores e insectos. Por otra parte, zorro volador de la India (Pteropus giganteus, Figura 3), en China se alimenta de los frutos del almendro (Prunus dulcis). Ambos, al transportar semillas, ayudan a la regeneración de sus hábitats.
Grabado japonés
La xilografía, grabado oriental, inició como herramienta de difusión de la cultura budista (618—907 a.E.C.) en China. Posteriormente, fue retomada en Japón (Periodo Edo 1603—1868), donde se le llamó Ukiyo-e (浮世ー絵), traducido como «Estampas del mundo flotante». Representaban paisajes, escenas de teatro, eróticas y de la vida cotidiana. Algunos de sus principales exponentes fueron Katsushika Hokusai (1760-1849) y Utagawa Hiroshige (1797-1858).
Murciélagos estampados
La obra de los grandes exponentes de este arte refleja un interés en estos animales. Katsushika Houkusai es considerado como el máximo exponente del arte japonés debido a su creatividad, manejo de perspectivas y su detalle al punto del realismo. Además de sus famosos grabados paisajísticos, era un gran dibujante, y al final de su vida algunos de sus trazos eran más poéticos, representando a la luna y al murciélago. Los temas predilectos de Utagawa Hiroshige eran la nieve, la luna y en especial las flores. La esencia de la noche en los barrios japoneses era la inmensa luna y los murciélagos que la acompañaban. También, Hiroshige combinaba a las plantas, como adornos, con aves y murciélagos, por ejemplo, en el grabado de la Figura 4 se lee la inscripción en japonés:
Color de un ala que vive en un murciélago o en la oscuridad. Enfermedad del pájaro.
El Museo de Brooklyn sugiere que la representación de la luna y murciélagos cerca de ella puede interpretarse como una felicidad exponencial. Esta interpretación positiva por la influencia de China se muestra también en algunos grabados japoneses de Biho Takashi (1890- 1930).
Los samuráis de la noche
Los japoneses utilizaban personajes de animales antropomorfizados para ilustrar escenas cotidianas y parodias de hechos históricos, tomando las características de los animales como atributos de estos personajes.
Entre las ilustraciones que Utagawa Kuniyoshi realizó se encuentra un conjunto de 8 piezas de 1844-1846 que conforman un cómic de murciélagos humanizados, Yatsu atari dôke kômori. «Murciélagos que se culpan unos a otros», la Figura 5, muestra a un murciélago Daimyo (大名), gobernantes feudales provenientes de clanes militares. En la Figura 6, el diseño superior parece mostrar un animador con un murciélago. Y en la Figura 7 se representa un hecho histórico de 1702 en la ciudad Chushingura: una escena dramática donde Kira Kozukenosuke provocó que el señor Asano de Akô desenvainara su espada en el palacio, por lo que se vio obligado a quitarse la vida y su propiedad fue confiscada.
Los samuráis eran símbolos de respeto. Utagawa Kuniyoshi y su discípulo Tsukioka Yoshitoshi realizaron abundantes ilustraciones de Miyamoto Musashi, legendario samurái sin amo (roni, 浪人) del siglo XV, reconocido como un personaje importante de la cultura popular por sus grandes hazañas históricas en combate y otras que se escapaban al imaginario, como en las que lucha contra murciélagos enormes.
Teatro y parodia
El teatro Kabuki era una forma de la clase trabajadora de expresarse, interpretar acontecimientos históricos y conflictos morales. La imagen de un murciélago como oponente fue cambiando, pero mantuvo personajes antropomorfos de la clase alta como en las estampas de Kuniyoshi (1852-1912). Ilustraban escenas de la vida cotidiana como asaltos en parodias como “La carretera Yamazaki”, en la ciudad Chūshingura.
Los murciélagos en el siglo XXl
Las regiones de alta diversidad de mamíferos terrestres están en Sudamérica central, África y Asia meridional y sureste. Hasta el 2010, en China se conocían 131 especies de murciélagos, mientras que en Japón se conocían 37 especies hasta el 2015.
De acuerdo con Lou y sus colaboradores en 2013, la información ecológica para la conservación en China es escasa. Sólo una especie, el zorro volador de Lyle, P. lylei, es considerada como globalmente amenazada, y las poblaciones de 18 especies están disminuyendo. Las especies de China que se refugian en cuevas sufren como principal perturbación la recreación turística, debido a la pérdida de la diversidad en las cuevas y la disminución de las poblaciones que causa. Esto es importante debido a que 77% de estas especies usan cuevas, de acuerdo con los autores, 30 están en peligro de extinción o son vulnerables y nueve son endémicas.
En Japón la situación no es muy diferente. De acuerdo con la sociedad de conservación naturaleza de Japón en 2010, de 24 especies endémicas, 20 están en algún estado de riesgo, como Rhinolophus pumilus, Myotis yanbarensis y P. pselaphon en categoría crítica; R. perditus, M. prunosus. Pipstrellus endoi, Eptesicus japonensis, Miniopterus fuscus, Murina ryukyuana e Hiposideros turpis en categoría de peligro y Nyctalus furvus en categoría de vulnerable.
A pesar de que en oriente los murciélagos no causan terror, existe al igual que en México el reto de cambiar la percepción de la gente. En una entrevista realizada a los investigadores Keiko y Yushi Osawa, por la revista Batcon, ellos aseveran que, si bien la percepción no es mala, los murciélagos son ignorados. Por ello, la divulgación científica y las investigaciones enfocadas a la conservación han surgido como herramienta de cambio. Por ejemplo, en 2015 Saitoh y sus colaboradores realizaron una revisión de manejo y conservación de los mamíferos terrestres de Japón, y concluyen que entre los principales problemas que enfrentan las 2 especies de zorro volador P. pselaphon y P. dasymallus son la deforestación, la perturbación de sus refugios por el turismo y la depredación por animales ferales. Para 2016, el zorro volador Ryukyu, P. dasymallus dasymallus y P. dasymallus daitoensis enfrentan riesgo crítico de desaparición. Por ello, el gobierno japonés ha impulsado su conservación a través de leyes.
La percepción del murciélago desde el siglo XVI en el este de Asia fue de carácter positivo. China los relacionaba míticamente con la dispersión de semillas, ideas que Japón fue adquiriendo por medio de la apertura al comercio. Posteriormente, utilizaron su imagen como símbolo de poder, como guerreros de la oscuridad a vencer. En ambos países, las complejidades del entorno urbano fomentan la perturbación de los hábitats, disminuyendo las poblaciones de las especies que utilizan refugios como cuevas o árboles y en especial a los grandes zorros voladores.
A través del arte podemos conocer la percepción de los murciélagos a través del tiempo. Traer de regreso la imagen antigua del murciélago, representada en el arte plástico y en grabados de épocas pasadas, puede representar una herramienta para mejorar la percepción de la gente en beneficio de su conservación. Por ahora, es necesaria la protección de sus refugios y el monitoreo de sus poblaciones para, quizás, en el siglo XXI regresarles a los murciélagos un poco de la suerte que ellos simbolizaron para las culturas orientales durante tanto tiempo.
Fuentes:
- Bat Conservation International. 2015. Bats myths of Japan en Appreciating the role of bats in our everyday diet. Disponible en: http://www.batcon.org/resources/media-education/bats-magazine/bat_article/1542
- Luo, J., Jiang, T., Lu, G., Wang, L., Wang, J., & Feng, J. 2013, ‘Bat conservation in China: should protection of subterranean habitats be a priority?’, Oryx 47 (4): 526-531
- Saitoh, T., Kaji, K., Izawa, M., & Yamada, F. 2015. Conservation and management of terrestrial mammals in Japan: its organizational system and practices. Therya 6 (1): 139-153