Un joven investigador, Yang Wang, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri en Estados Unidos, hizo un estudio para probar una amplia cantidad de materiales domésticos que pueden ser usados para hacer máscaras faciales.
El estudio cobra importancia debido a la situación actual de la pandemia de coronavirus, en la cual las máscaras quirúrgicas o respiradores N95 son materiales vitales reservados para el uso de los trabajadores de la salud. Sin embargo, algunas autoridades de salud recomiendan el uso de cubrebocas como una medida adicional voluntaria que podría ser de utilidad para disminuir la propagación de COVID-19.
El investigador decidió probar, al principio por curiosidad, algunos materiales domésticos (no médicos) con los que se están haciendo máscaras o cubrebocas caseros como fundas de almohadas, pañuelos, filtros de aire y filtros de café. Decidió compartir sus resultados en twitter lo que despertó el interés de muchas personas, entre ellos, otros ingenieros y científicos, periodistas así como el público en general.
El doctor Yang, profesor asistente de ingeniería ambiental, estudia cómo se transmiten partículas finas como el aerosol. Estudios recientes sugieren que el coronavirus puede sobrevivir en aerosoles aero transportados por algunas horas, aunque puede también ser diseminado a través de gotas respiratorias mas grandes emitidas en un tosido o estornudo.
El investigador relató que después de ver comentarios en twitter acerca de si los pañuelos o bufandas serían suficientes para bloquear los aerosoles, decidió probar con diversos materiales para ver que tan eficientes eran para prevenir el paso de aerosoles
El investigador y su estudiante de doctorado Weixing Hao probaron varias telas o tejidos y otros materiales usando un equipo que mide el tamaño y concentración de partículas. El equipo les permitía ver la concentración de partículas de un aerosol antes y después de pasar por el filtro.
Posteriormente, compararon la eficacia de filtrado de varias capas de cada material y tamaño de partículas desde unos pocos nanómetros hasta mas de 400 nanómetros.
Entre sus resultados reportan que varias capas de pañuelos o bandanas tenían una eficacia muy pobre para filtrar los aerosoles. Las fundas de almohadas se desempeñaban un poco mejor dependiendo de la cantidad de hilos que tuviera la tela con la que estaban confeccionadas. Por ejemplo, determinaron que las fundas hechas con tela de algodón de 600 hilos se desempeñaron mejor que las de 400 hilos.
“Para las fundas de almohadas probamos que 4 capas tenían una eficiencia de aproximadamente el 60 %”. También se observó que materiales comunes como las bandanas de algodón únicamente proporcionan una efectividad de 7.8 por ciento si se usa una capa o hasta 17 por ciento con cuatro capas”
El material que mejor bloqueó los aerosoles de los que probaron los científicos fueron los filtros de aire acondicionado, los cuales hicieron un trabajo muy semejante al de las máscaras médicas n95.
Sin embargo, a medida que aumentaron las capas de material filtrante, el cambio en el flujo de aire a través de los materiales, “una caída de la presión” se hacia más grande. Esta caída de presión hace que sea más difícil respirar a través de ellos.
El doctor Wang y sus colaboradores buscan una combinación de materiales que aporte la mayor eficiencia de filtrado con la menor caída de presión.
Si bien los filtros de aire mostraron la mayor eficiencia de filtrado, estos pueden estar hechos con diferentes materiales como algodón, fibra de vidrio, o poliéster que podrían representar problemas de salud si se respiran diminutos fragmentos de fibras, por ello, los especialistas sugieren envolver estos filtros con otro tipo de material como tela que podría ser de algodón.
Hay muchos tipos de telas o textiles para considerar, incluso la playeras están hechas de diferentes tipos de materiales, por lo que planean probar diferentes fundas de almohadas, sábanas, y otras telas.
Algunos especialistas en el mundo han opinado que el uso de cualquier máscara entre el público en general tiene el potencial de disminuir la exposición al virus y el riesgo de contagio, a pesar de que tengan un ajuste y una adherencia imperfecta y que no ofrecen un alto grado de protección contra la transmisión por aerosoles.
El joven investigador continúa compartiendo sus resultados en su cuenta de twitter
Simulación tridimensional que permite comprender la importancia de usar cubrebocas y aplicar la distancia social.
Fuente: Noticias de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri
Redacción. Ciencia UNAM. Naix’ieli Castillo