La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza de América Latina –UCCSN-AL– rechaza la carta firmada por varios Premio Nobel a principios de julio de 2016, a favor de los cultivos transgénicos y del arroz transgénico llamado “arroz dorado”.

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Los transgénicos a debate

Con base en su carta de principios bajo los cuales esta Unión se conformó, la UCCSN-AL recuerda que “[la transgénesis] es una tecnología que ya no forma parte del estado del arte de la ciencia actual, porque está basada en supuestos falaces y anacrónicos que reducen y simplifican la lógica científica que los defiende, al punto de no ser ya válida. Los transgénicos han quedado al margen de la ciencia más rigurosa. Al mismo tiempo, es la razón por la cual los transgénicos incluyen la necesidad de destruir las matrices complejas, como la de los pueblos originarios. Un verdadero plan de exterminio de saberes, culturas y pueblos. La tecnología transgénica es el instrumento de la decisión geopolítica para la dominación colonial de estos tiempos.

Foto: UCCSN-AL

Foto: UCCSN-AL

A problemas globales, decisiones multidisciplinarias

Refutando los principales argumentos que los defensores de los organismos genéticamente modificados enarbolan por lo general, como lo son el aumento de la productividad para alimentar una población creciente, la inocuidad sanitaria para los consumidores y  los alimentos “biofortificados”, los científicos pertenecientes a la UCCSN-AL reiteran creer que en el proceso de toma de decisiones sobre la adopción de tecnologías, como las que hacen posible los cultivos transgénicos, y otras que están surgiendo (por ej. nanotecnología, biología sintética y geoingeniería), no sólo deben participar los llamados “científicos de ciencias exactas”, sino que deben incorporar además la opinión de otros campos del saber, así como la opinión de movimientos sociales, organizaciones de la sociedad civil, y representantes legítimos de los diferentes grupos sociales, pues el conocimiento científico y tecnológico es siempre parte de un proceso social, atravesado por tensiones, conflictos e intereses. Este nunca es neutral, absoluto ni definitivo, puesto que siempre es susceptible a cambios y revisiones, por lo que está sujeto permanentemente al debate.

Activistas de Greenpeace protestan contra los transgénicos en Portugalete (Vizcaya). Foto: Carlos García

Activistas de Greenpeace protestan contra los transgénicos en Portugalete (Vizcaya). Foto: Carlos García

Necesario código de ética

Por eso, declaran, el quehacer científico debe desarrollarse de una manera éticamente responsable y con un claro compromiso con la sociedad y la naturaleza, lo que nos lleva a rechazar los conceptos vertidos en la carta y a denunciar el papel ecocida y genocida de la agricultura industrial de cultivos transgénicos, destacando la necesidad de defender, promover, y multiplicar los modos de producción de alimentos culturalmente construidos por los pueblos de nuestra región, y por ello insustituibles a la hora de garantizar la autonomía, la sustentabilidad ambiental, la seguridad y la soberanía alimentaria.

Fuente: UCCSN-AL

Boletín original:

La UCCSN-AL Frente a la carta de un grupo de premios Nobel en apoyo a los cultivos transgénicos