Texto de: Javier Torres Cervantes

Durante una caminata a través de los altos terrenos del Parque Nacional Izta-Popo, encontré este bello organismo listo para dar paso a la siguiente generación. Se trata de un hongo de la familia Agaricaceae, que es extremadamente diversa con más de 80 géneros. Este hongo en particular pertenece al género Lycoperdon, que se caracteriza por acumular sus estructuras reproductivas (esporas) dentro del cuerpo fructífero, a diferencia de otros tipos de hongos que liberan sus esporas por laminillas o poros.

Los hongos son un grupo de seres vivos muy importantes para la descomposición de materia orgánica. Estos organismos viven la mayor parte del tiempo en forma de micelio, esto es, como una red inmensa de filamentos interconectados que se extiende bajo el sustrato. Sólo cuando completan su ciclo de vida y están listos para reproducirse generan cuerpos fructíferos. Éstos pueden crecer por encima del suelo, comúnmente conocidos como setas, o por debajo, conocidos como trufas.

Video 1. Expulsión en cámara lenta de las esporas de un bejín al ser presionado. Video: Daniela Cafaggi.

En el caso de los Lycoperdon, también llamados bejines, el cuerpo fructífero crece por encima del suelo y al llegar el momento se rompe para así poder liberar sus esporas y comenzar de nuevo con su ciclo de vida. Las esporas son expulsadas como respuesta a la presión que se ejerce sobre el cuerpo fructífero, ya sea por gotas de agua o movimiento de animales (Video 1). Son organismos que requieren mucha humedad para llegar hasta su etapa de reproducción, condiciones que existen durante la mayor parte del año en los bosques de abetos en el Parque Nacional Izta-Popo.

 

Lycoperdon sp. encontrado durante una caminata en el Parque Nacional Izta-Popo. Fotografía: Javier Torres Cervantes.