Un equipo de investigadores, encabezado por miembros del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de Estados Unidos, publicaron hace unos días (el 2 de marzo) en la revista “Nature Geosciences” un estudio mediante el cual sugieren que hace millones de años, choques violentos entre la Tierra en formación y otros objetos del sistema solar generaron cantidades significantes de vapor de hierro. Los resultados demuestran que el hierro se vaporizaba fácilmente durante los impactos, lo cual obliga los expertos en planetas a cambiar lo que creía hasta el momento en cuanto al crecimiento de los planetas y a la evolución de nuestro sistema solar.

Para los científicos especializados en estos tema, uno de los campos de investigación más importantes y complejos es justamente predecir cómo se formaron los planetas y evolucionaron para tener su estado actual. En términos generales, los planetas se forman tras una serie de impactos, cuya velocidad inicial es de unos pocos kilómetros por hora, pero conforme van creciendo en tamaño, esta velocidad puede llegar a alcanzar hasta los 160.000 kilómetros por hora. En las etapas finales de la formación, cuando las velocidades de impacto son muy altas y las condiciones de los materiales extremas (tanto en temperaturas como en presión), los científicos no tienen modelos informáticos de simulación para describir lo que sucede con estos cuerpos que chocan.

Haciendo uso de la máquina Z del Laboratorio Nacional Sandia ubicado en Albuquerque, Nuevo México, el equipo desarrolló una nueva técnica de ondas de choque para medir una importante propiedad del material: la ganancia de entropía durante la compresión de choque. Mediante la medición de la entropía, lograron determinar las condiciones de impacto necesarias a la vaporización del hierro contenido en los objetos que chocaron con la Tierra durante su formación.

Fuente: Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.

Boletín original: https://www.llnl.gov/news/research-gets-core-earths-formation