El Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, anunció en la mañana de este día lunes 7 de octubre de 2013, el otorgamiento del Premio Nobel en Fisiología o Medicina a los Doctores James E. Rothman, Randy W. Schekman y Thomas C. Südhof por sus descubrimientos relativos al proceso de regulación conocido como de “tráfico de vesículas”, o sea por haber resuelto el misterio de cómo la célula organiza su propio sistema de transporte.

Cada célula es una fábrica que produce y exporta moléculas. Por ejemplo, la insulina se fabrica y se libera en la sangre y las señales químicas, llamadas neurotransmisores, se envían de una célula nerviosa a otra. Estas moléculas son transportadas alrededor de la célula en pequeños paquetes llamados “vesículas”. Los tres galardonados, dos de nacionalidad estadunidense y el otro, alemana, han descubierto los principios moleculares que rigen la entrega de este paquete dentro y fuera de la célula, en el lugar y momento adecuado.

Randy Schekman descubrió el abanico de genes requerido para el trafíco de vesículas. James v Rothman, por su parte, desenredó la maquinaria de la proteína que permite a las vesículas fusionar con sus objetivos, permitiendo la correcta transferencia de carga. Y Thomas Südhof reveló cómo las señales cerebrales instruyen dichas vesículas para que liberen su carga con precisión.

El boletín de prensa del Instituto Nobel precisa que, a través de sus descubrimientos, Rothman, Schekman y Südhof “han desenredado el exquisitamente preciso sistema de control para el transporte y la entrega de la carga celular”, el cual, cuando sufre alteraciones, tiene efectos nocivos y puede contribuir al desarrollo de enfermedades neurológicas, diabetes y trastornos inmunológicos.

Boletín original: http://ki.se/ki/jsp/polopoly.jsp?l=en&d=130&a=168752&newsdep=130