Científicos de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid -UAM- han relacionado características físicas de las tarántulas, en particular sus ocho ojos, con las capacidades de su comportamiento para descifrar cómo se orientan para regresar a sus nidos. Los resultados de estas observaciones evidencian que el arácnido utiliza la luz polarizada del cielo para resolver el problema de la determinación de su posición en relación con el nido y que capta esta luz solo por uno de los cuatro pares de ojos, los medianos anteriores.

En efecto, las tarántulas, miembros del género Lycosa, como lo es la “Lycosa tarantula”, poseen cuatro pares de ojos: ojos medianos anteriores, ojos medianos posteriores, ojos laterales anteriores y ojos laterales posteriores. Pero el par medianos anteriores dispone de fotorreceptores adecuados para la percepción de la mencionada luz polarizada y su campo visual está dirigido hacia el cenit.

Durante la investigación, los animales fue entrenados en el laboratorio a salir de su nido caminando sobre un sustrato consistente en una rejilla de bandas alternantes negras y blancas de una anchura de 3 milímetros, cuya orientación era perpendicular al sentido de desplazamiento de los animales. Tapando sucesivamente los diferentes ojos de varios animales, y girando la rejilla en distintas direcciones, lograron determinar cuáles de los ojos servían para ubicarse en su camino de regreso al nido.

Fuente: UAM
Boletín original de la UAM:  Estudios_de_la_UAM_ponen_en_relacion_caracteristicas_fisicas_con_capacidades_comportamentales_para_d.htm