Un equipo de cardiólogos canadienses del Instituto de Cardiología de Montreal, en colaboración con investigadores del Instituto Universitario de Geriatría de la misma ciudad, comprobaron que recetar entrenamiento deportivo de alta intensidad por ciertos intervalos no solamente era positivo para la salud de la población de mediana edad, sino también para su intelecto. Todos los participantes en este estudio presentaban sobrepeso, así como uno o varios factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Tras estas peculiares y específicas sesiones de entrenamiento, el análisis de las funciones cognitivas, del consumo máximo de oxígeno y de la oxigeneización del cerebro durante el ejercicio, reveló que las funciones cognitivas de los participantes mejoraron sustancialmente, observando cómo la cantidad de oxígeno que el cuerpo puede vehicular y utilizar durante el ejercicio físico, tiene una incidencia sobre la capacidad del cuerpo para oxigeneizar el cerebro y dinamizar las funciones cognitivas.

Las pruebas fueron enfocadas en su gran mayoría en la memorización de pares de números y símbolos, monitoreadas mediante espectroscopía infraroja cercana (NIRS por sus siglas en inglés), técnica que permite difundir la luz infraroja entre los tejidos humanos a manera que reaccione al oxígeno contenido en la sangre. Este procedimiento es tan preciso que detecta los minúsculos cambios de volúmen y oxigeneización de la sangre en el cerebro, cuando uno hace ejercicio o bien reflexiona sobre un problema específico.

Los científicos a cargo de este estudio piensan que los resultados obtenidos podrían ser de gran utilidad para el diseño de nuevos programas de ejercicio tendientes a prevenir problemas cardiovasculares y otros disfuncionamientos corporales vinculados con el sobrepeso.

Boletín original de la Universidad de Montreal: 20121029-montreal-study-sport-makes-middle-aged-people-smarter.html