Investigadores de la Universidad Johannes Gutenberg de la ciudad de Mainz, Alemania, descubrieron que nanopartículas de pentóxido de vanadio pueden inhibir el crecimiento de algas y bacterias en superficies en contacto con el agua, como en el caso de cascos de barcos, boyas, u otras plataformas marinas. Sus experimentos demostraron que tablas de acero sumergidas en aguas marinas, recubiertas por una capa de partículas de pentóxido de vanadio, podían permanecer durante semanas sin que se formaran depósitos algunos. En comparación, tablas que habían sido recubiertas con la pintura normal que se usa en los barcos, presentaron una gran presencia de lo que se conoce en la jerga marina como “biofouling”, después de haber permanecido en el agua por igual periodo de tiempo.

El descubrimiento podría conducir al desarrollo de nuevos recubrimientos y pinturas protectoras para barcos y otras estructuras que permanecen al contacto del mar, evitando la costosísima varada anual necesaria a los navíos para su mantenimiento básico, además de reducir los productos usados en la actualidad, quienes, en su gran mayoría, tienen un impacto negativo en el ambiente marino. El trabajo completo ha sido publicado en la revista “Nature Nanotechnology”.

Boletín original de la Universidad Johannes Gutenberg:  15482_ENG_HTML.php