Investigadores estadunidenses de la Universidad de Harvard publicaron a principios de este mes de febrero en el “Journal of Experimental Biology”, los resultados de un amplio trabajo que demuestra de manera experimental que, durante sus desplazamientos, la piel y las escamas de los tiburones no solamente absorben los efectos de la resistencia generada por el agua, sino que también la transforman en impulso, el cual aumenta todavía más la velocidad de dichos animales.

Mediante muestras de piel de un tiburón que submergieron en un simulador, averiguaron y precisaron los mecanismos, parcialmente conocidos hasta el momento, de las minúsculas escamas similares a pequeños dientes que cubren los cuerpos de estos animales, y observaron con fuerza de detalles, la interracción de dichos dentículos con el agua. Este descubrimiento podría interesar numerosas otras especialidades, sobre todo en el campo de las ingenierías y ciencia de los materiales. Mientras tanto, el equipo que publicó este trabajo proyecta a corto plazo convertir estas increíbles observaciones de los mecanismos naturales de la piel del tiburón, en modelos físicos y matemáticos potencialmente aplicables para otros campos.

Fuente: Maxisciences.

Artículo original:  Oeffner.Lauder.2012.pdf