La vaquita marina (Phocoena sinus) es una especie pequeña de marsopa endémica del norte del Golfo de California en México, y es el cetáceo más amenazado en el mundo. La principal causa de la reducción en sus poblaciones es la pesca excesiva de totoaba (Totoaba macdonaldi), de la cual se extrae el buche, para ser vendido por un precio de hasta $60,000.00 USD por kilo a países orientales. La técnica de captura es mediante redes de enmalle, que consisten en una pared simple de tela que se mantiene mediante una línea de flotación y una línea de fondo con pesos en ambos extremos. Su luz de malla no permite una selectividad adecuada de los organismos que quedan atrapados, provocando pescas incidentales de animales marinos de más de 15 000 individuos en periodos de tiempo cortos. Es por el precio de venta de este producto que muchos pescadores furtivos se dedican a pescar en el hábitat de la vaquita marina, quedando ésta atrapada en las redes accidentalmente.

A lo largo de los últimos años, se han hecho esfuerzos y creado políticas para la conservación de esta especie. Científicos e investigadores están haciendo lo posible por evitar la extinción de esta especie. Un evento que tuvo lugar a raíz de esta problemática fue una marcha “fúnebre” por estos animales el 17 de febrero de 2018 en la Ciudad de México (https://bit.ly/2JfWPDw); no obstante, se requiere un mayor esfuerzo por parte de la población mexicana, ya que se estima que actualmente quedan menos de 30 individuos. Su extinción no sólo implicaría pérdidas ecológicas para su medio, sino también la pérdida de un animal que forma parte de nuestra cultura y nuestra biodiversidad.

Por ello, te invitamos a firmar la siguiente petición: https://bit.ly/2LC0621, para exigir el respeto de la temporada de veda de la especie, la prohibición de las redes de enmalle y apoyo para los pescadores legales.

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