Por Leonora Torres

Murciélago Magueyero Mexicano
(Foto tomada por: Leonora Torres)

Los murciélagos son uno de los grupos de mamíferos más diversos que podemos encontrar; sabemos que existen alrededor de 1116 especies en todo el mundo. Esta gran diversidad es evidente cuando analizamos la gran variedad de fuentes que utilizan como alimento. Algunas especies se alimentan de frutas, otras de insectos, incluso hay algunos que se alimentan de sangre y otros de peces, pequeños mamíferos y aves. Pero otro grupo muy importante son los murciélagos que se alimentan del néctar de las flores.

Los murciélagos nectarívoros visitan por las noches las flores de distintas plantas y toman con su larga lengua el néctar que se encuentra hasta el fondo de la flor, sin darse cuenta, se llenan la cara y cuerpo de polen y cuando visitan otra flor de la misma especie, depositan el polen favoreciendo la reproducción sexual de las plantas. De esta forma, tanto los murciélagos como las plantas se ven beneficiados: los murciélagos se alimentan del néctar y las plantas aprovechan el medio de transporte que les brindan los murciélagos para mover el polen.

En México existen tres especies de murciélagos nectarívoros que son migratorias, es decir, que cada año se mueven grandes distancias en busca de alimento y/o de mejores condiciones climáticas durante ciertas épocas del año. Una de ellas es el Murciélago Magueyero Mexicano, que tiene por nombre científico Leptonycteris nivalis. Este murciélago se alimenta del néctar de las flores y junto con la especie hermana Leptonycteris yerbabuenae representan los polinizadores más importantes de los magueyes y de algunas cactáceas.

Flor de cazahuate
(Foto tomada por Emma Gómez)

El Murciélago Magueyero Mexicano también se alimenta del néctar de las flores de árboles como el cazahuate, un árbol común en zonas de vegetación seca del centro de México y florecen durante los meses más secos del año, desde octubre hasta marzo. Ésta es quizás una de las razones por las cuales este murciélago se mueve desde el norte de México hasta el centro durante el invierno.

Murciélago Magueyero Mexicano con la cara llena de polen del cazahuate
(Foto tomada por Leonora Torres)

Si has pasado cerca del Jardín Botánico de Ciudad Universitaria en estas fechas, o si durante tus vacaciones tomaste la carretera que lleva a Tepoztlán o a Oaxtepec, habrás podido notar que en medio de la gran diversidad de plantas sobresalen unas flores grandes blancas en forma de campana. Estos árboles son los cazahuates y con sus flores atraen a distintos tipos de animales para que las visiten, tomen de su néctar y se lleven polen, Algunos de estos animales son los pájaros, escarabajos y murciélagos.

El Murciélago Magueyero Mexicano se desplaza desde el  desierto Chihuahuense y sur de Estados Unidos, hasta el centro de México al final del verano y principio del otoño. En los meses de agosto y septiembre, llegan hasta la región que se conoce como el Eje Volcánico Transversal, una cadena montañosa que atraviesa México horizontalmente. Cuando las poblaciones se encuentran en el centro de México, durante los meses de invierno, los machos y las hembras copulan; una vez que termina el invierno, entre febrero y marzo, las hembras preñadas vuelven a volar cientos de kilómetros hacia el norte de México. Ahí, durante la primavera,  forman “refugios de maternidad”. Se les llama así porque la mayoría de los murciélagos que están allí son hembras preñadas y porque es ahí donde dan a luz a sus crías. Posteriormente las madres amamantan a las crías, éstas comienzan a volar y cuando termina el verano, ambos, la cría y la madre, regresan al centro de México, completando el ciclo.

Esquema general del ciclo de vida del Murciélago Magueyero Mexicano
(Esquema de Leonora Torres)

Es curioso que en realidad no se sabe mucho sobre lo que pasa con los machos durante la primavera y el verano; quizás solamente se muevan altitudinalmente, de la selva seca al matorral xerófilo, pero en general creemos que no recorren distancias tan grandes como las madres y las crías. Pero todavía más curioso es el hecho de que, aunque sabemos que las hembras y los machos se juntan únicamente durante los meses de invierno para copular, no sabemos con mucha seguridad a dónde llegan. De hecho, solamente conocemos con absoluta certeza UNA sola cueva a la cual llegan cada año miles de hembras y machos a copular. Esta cueva se encuentra a unos 10 minutos de Tepoztlán y es conocida como “La cueva del Diablo”.

Zona donde se encuentra La Cueva del Diablo, al fondo se puede ver un árbol de Cazahuate.
(Foto tomada por Emma Gómez)

En el Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrados Terrestres actualmente estamos realizando un gran esfuerzo por encontrar otros refugios de apareamiento debido a que la persistencia de los murciélagos en La Cueva del Diablo se encuentra amenazada por la construcción de casas, por personas que van a hacer cultos al Diablo y entran con antorchas y velas quemando a los murciélagos. También peligran por el fácil acceso de gente que no toma las precauciones necesarias para evitar perturbarlos. Todo esto ha hecho que la población del Murciélago Magueyero Mexicano en los últimos 10 años haya disminuido de 9 mil a aproximadamente 4 mil individuos en la cueva (estimación que realizamos en diciembre del año pasado). De hecho, esta especie se encuentra clasificada como especie amenazada en México y en Peligro de Extinción en Estados Unidos.

¿Cómo podemos encontrar animales que se mueven tanto y que viven dentro de cuevas en un territorio tan grande como el centro de México?

 Para localizar otras cuevas donde estos murciélagos copulan estamos realizando modelos de nicho ecológico (MNE) utilizando 3 algoritmos distintos: Maxent, GARP y Bioclim.

La modelación del nicho ecológico consiste en una aproximación estadística a través de la cual es posible modelar las áreas que tienen la mayor similitud (en cuanto a las características ambientales) con las zonas donde la especie ha sido encontrada.

¿Cómo funcionan los programas?

Para evaluar zonas en donde es posible encontrar al Murciélago Magueyero Mexicano se debe alimentar al programa con una base de datos de los lugares donde esta especie ha sido encontrada y, además, una serie de “capas” de información de cada uno de los factores ambientales que uno cree que pueden afectar la distribución de esta especie, como por ejemplo, la precipitación, la temperatura, la altitud, la vegetación, entre otras.

Una vez que el programa tiene esta información, éste analiza el área a estudiar, puede ser desde una pequeña región hasta un país entero, o incluso un continente. Al final se obtienen diversos resultados, entre los cuales se encuentran los mapas donde se muestran las zonas del país donde hay mayor probabilidad de encontrar las mismas condiciones climáticas o ambientales que los puntos en donde ya han sido capturados los murciélagos y por lo tanto, zonas donde es probable que se encuentre la especie.

¡OJO! Las computadoras y los programas no pueden saber que en algunas de las zonas que indican en realidad son inaccesibles para los murciélagos, así que es nuestro trabajo determinar si realmente se encuentran ahí o no.

En este momento nos encontramos en plena búsqueda de los refugios de apareamiento y visitamos todas esas zonas en las que  es posible que encontremos a estos murciélagos de acuerdo a los análisis que hemos realizado. Ahora sólo falta que encontremos más cuevas que sean tan importantes como lo es la Cueva de Diablo, porque de esta forma tendríamos más elementos para proteger, estudiar y monitorear las poblaciones de esta especie. Así, que si te interesa saber cómo termina esta historia ¡Mantente al pendiente y te informaremos sobre nuestra búsqueda!