La transcripción de cuatro tablillas de la antigua Babilonia, datadas entre el 350 y 50 a.C., revela que aquella civilización ya utilizaba elementos geométricos para calcular la posición de Júpiter. El hallazgo, portada de la revista Science de esta semana, podría reescribir los libros de historia de la astronomía ya que, hasta ahora, se pensaba que habían sido los europeos del siglo XIV los primeros en conocer las posiciones y trayectorias de los cuerpos con estos métodos.

Un investigador de la Universidad Humboldt de Berlín, Alemania, profesor de Historia de la Ciencia en dicha universidad, presenta la forma más antigua de calcular la posición de un cuerpo mediante la geometría, y sugiere que los antiguos astrónomos babilonios pudieron haber influido en el nacimiento de esta técnica en la ciencia occidental. El análisis se ha centrado en la interpretación del texto de las tablillas, guardadas en el Museo Británico, que parecen haber sido escritas en Babilonia entre los años mencionados y están prácticamente intactas. En ellas se describen dos intervalos del periodo en el que Júpiter aparece por primera vez en el horizonte, calculando su posición a los 60 y los 20 días.

Esos textos y números cuneiformes contienen cálculos geométricos basados en la superficie de un trapecio, que se puede representar con sus lados “cortos” y “largos”, lo que ayuda a seguir a Júpiter por la bóveda celeste. Hasta ahora se pensaba que los astrónomos de Babilonia realizaban sus operaciones solo con conceptos aritméticos, no geométricos.

A finales de 2014, el investigador encontró una tablilla babilonia sin catalogar, también del Museo Británico. Al examinarla, se dio cuenta de que había unas inscripciones idénticas a las de las tablillas que ya había estudiado y, al compararlas con otros textos babilónicos, descubrió que describían el movimiento de Júpiter. Tras numerosos análisis, se llegó a la conclusión de que los cálculos trapezoidales eran una herramienta para determinar el movimiento que traza Júpiter diariamente. Los cálculos presentes en la tablilla registraban un período de 60 días, que empezaban a contarse la primera noche en la que se podía ver al gigante gaseoso en el cielo tras el anochecer, demostrando que ya sabían en Babilonia calcular el área bajo una curva para determinar un valor numérico.

Fuente: Agencia Sinc y Universidad de Humboldt de Berlín

Boletín original: https://www.hu-berlin.de/en/press-portal/nachrichten-en/nr1601/nr_160125_00