Científicos de la Universidad de Stanford han inventado la primera batería de aluminio de alto rendimiento que se recarga de forma muy rápida, es de larga duración y, sobre todo, de bajo costo. Los investigadores aseguran que esta nueva tecnología podría ofrecer una alternativa segura a numerosas otras baterías comerciales, que se encuentran actualmente en el mercado.

El aluminio ha sido, durante mucho tiempo, un material atractivo para las baterías, principalmente debido a su bajo costo, baja inflamabilidad y su gran capacidad de almacenamiento. Durante décadas, múltiples investigadores han intentado, sin éxito alguno, desarrollar una batería comercialmente viable de aluminio. Uno de los principales retos, era encontrar materiales capaces de producir suficiente voltaje después de repetidos ciclos de carga y descarga. La batería desarrollada tiene dos electrodos: un ánodo y un cátodo -que se ha hecho con grafito- cargados, que se dispusieron junto a un electrolito líquido iónico.En efecto, hasta el momento, se había probado distintos tipos de materiales para el cátodo. De forma accidental, los científicos de Stanford descubrieron que una sencilla solución era utilizar el grafito, lo cual es básicamente carbono. En su estudio, identificaron algunos tipos de material de grafito que les ofrecieron un rendimiento muy bueno.

La batería recargable experimental genera unos dos voltios de electricidad, la mayor hasta la fecha para una de aluminio, pero los investigadores trabajan para alcanzar el voltaje de una de litio, que es del doble. Los resultados de este desarrollo experimental fueron publicados este 6 de abril en la edición en línea de la revista “Nature”.

Fuente: Universidad de Stanford

Boletín original: http://news.stanford.edu/news/2015/march/aluminum-ion-battery-033115.html