Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid -UPM- en España y de la Università Politecnica delle Marche en Italia, han desarrollado un modelo numérico con el que han conseguido probar los efectos sobre el enfriamiento pasivo de los edificios provocado por la variación de la densidad de vegetación de las cubiertas ecológicas. Con tan solo un error que varía entre el 5% y el 7%, este modelo podría utilizarse para estudiar el ahorro energético generado por estos elementos arquitectónicos.

Las cubiertas verdes llevan mucho tiempo utilizándose, si bien solo en los últimos 20 años ha habido un creciente interés en sus beneficios energéticos y ambientales, tanto a nivel urbano como a nivel de edificio. De hecho, en los últimos años, muchos estudios se han ocupado de estos aspectos, aunque la complejidad de los fenómenos asociados con el comportamiento termo-físico de las cubiertas verdes implica que todavía no se haya desarrollado un modelo de análisis que pueda fácilmente integrarse en el proceso de diseño del edificio. A pesar de que la tecnología de las cubiertas verdes puede considerarse una tecnología madura y el costo de muchas soluciones de cubiertas ecológicas extensivas es competitivo con otras soluciones convencionales, en la mayoría de los países todavía no se ha generalizado su uso, ya que este no ha sido regulado por la legislación y no existe ningún tipo de incentivo.

En esta investigación, los objetivos fijados fueron tres: analizar el impacto de la densidad de la vegetación en la eficiencia energética de una cubierta situada en un clima mediterráneo costero; desarrollar un modelo numérico simplificado que permita calcular los valores de resistencia térmica equivalente de plantas y substrato y validar el modelo numérico utilizando datos experimentales. Los resultados demuestran que cuando la densidad de vegetación es elevada, el calor entrante en el edificio a través de la cubierta es de un 60% inferior al calor que entra cuando no hay vegetación. Además, se ha demostrado que la cubierta con una elevada densidad de vegetación actúa como un sistema de refrigeración pasivo; de hecho, la energía que sale del edifico a través de la cubierta durante el verano supera en un 9% la energía que entra durante el mismo período.

Fuente: UPM

Boletín original: http://www.upm.es/institucional/UPM/CanalUPM/Noticias/5df72faa9e53c410VgnVCM10000009c7648aRCRD