Un equipo de investigadores, lidereado por científicos de la Universidad de Yale, publicó este pasado 19 de febrero de 2015 en el portal de la revista “Science” un estudio que afirma que gran parte del daño que la radiación ultravioleta (UV) ejerce sobre la piel, se produce horas después de la exposición al sol.

En efecto, la exposición a la luz ultravioleta producida por el Sol o por estas cabinas de bronceado, puede dañar el ADN de los melanocitos, células que generan la melanina, misma que produce a su vez el color de la piel. Este daño es uno de los generadores más importantes de cáncer de piel. Anteriormente, los expertos creían que la melanina protegía la piel mediante el bloqueo de la luz ultravioleta. Pero también había evidencias que sugerían que la melanina podía estar asociada con ciertos daños celulares de la piel. A raíz de este estudio, los científicos observaron el proceso químico que explica este hallazgo. La radiación ultravioleta produce oxígeno y nitrógeno reactivos, un paso tan lento que puede prolongarse durante horas. Más tarde, al combinarse estas dos moléculas, excitan un electrón de la melanina y esta energía es la que provoca las lesiones en el ADN.

Este descubrimiento podría ayudar al desarrollo de nuevas cremas de protección solar, así como a explicar las razones de porqué ciertas personas son más sensibles a la luz solar que otras. Además de la Universidad de Yale, colaboraron en este estudio científicos de la universidad brasileña de São Paulo, de la japonesa “Fujita Health” y del Comisariado a la Energía Atómica de Francia.

Fuente: Universidad de Yale

Boletín original: http://news.yale.edu/2015/02/19/sunlight-continues-damage-skin-dark