Las moscas necrófagas adultas pueden ayudar a la expansión de los brotes de botulismo aviar, ya que pueden transportar la bacteria Clostridium botulinum entre los cadáveres de las aves acuáticas. Esta es una de las conclusiones que se desprenden de un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas -CSIC- de España, que ha sido publicado en la revista Environmental Microbiology Reports.

El botulismo aviar es una de las enfermedades que mata más aves acuáticas silvestres en humedales. Cuando se produce un brote, pueden morir de cientos a miles de aves dependiendo de si existen las condiciones propicias para su expansión, como calor, abundante materia orgánica en el agua y en los sedimentos del humedal y actividad de moscas. Consiste en la intoxicación provocada por la ingesta de la toxina botulínica, producida por la bacteria Clostridium botulinum. El medio más propicio para el crecimiento de esta bacteria y para que produzca toxina son los cadáveres, ya que se trata de una bacteria “carnívora” y anaerobia que necesita proteínas para crecer. En los humedales los brotes de botulismo aviar se extienden por el llamado ciclo larva de mosca-cadáver. Durante este proceso, C. botulinum y las moscas necrófagas interactúan para asegurar su reproducción en una relación de mutualismo.

Las larvas de mosca que se desarrollan sobre cadáveres acumulan la toxina botulínica (que no les afecta) y la bacteria, y las llevan hasta aves sanas que, al ingerirlas, enferman y mueren generando más alimento tanto para moscas como para C. botulinum. Este ciclo aumenta la mortalidad exponencialmente y se perpetúa por envenenamiento secundario, en el que las aves se intoxican a partir de otras aves intoxicadas, hasta que las bajas temperaturas y la dispersión de las aves lo detienen. Los resultados de este estudio fueron corroborados con experimentos controlados en laboratorio para evaluar si las moscas podían transportar la bacteria y por cuánto tiempo y enseñan que pueden tener implicaciones en la epidemiología de la enfermedad y en su control.

Fuente: CSIC

Boletín original: http://www.csic.es/web/guest/home?p_p_id=contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet&p_p_lifecycle=1&p_p_state=maximized&p_p_mode=view&p_p_col_id=column-1-2&p_p_col_count=2&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_struts_action=%2Fcontentviewer%2Fview&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_nodeRef=workspace%3A%2F%2FSpacesStore%2F961d6c7b-c7c5-4460-a7d8-7c5a36b79851&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_gsa_index=false&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_title=noticias&contentType=news