Científicos de las universidades alemanas de Gotinga, Colonia y Münster han logrado resolver una diferencia isotópica entre la Tierra y la Luna. La ligera variación de isótopos de oxígeno confirma la hipótesis del “impacto gigante” de la formación de la Luna, según el cual la dicho astro se hubiera formado de los escombros de una brutal colisión entre la Tierra y otro proto-planeta hace unos 4,5 millones de años. Los resultados de este nuevo estudio fueron publicados en la revista “Science” del día de ayer, 6 de junio de 2014.

En el Laboratorio de Isótopos Estables del Centro de Geociencias de la Universidad de Gotinga, los investigadores analizaron muestras de la Luna que fueron proporcionadas por la NASA. Los basaltos lunares que servieron a la investigación fueron traídos a la Tierra entre 1969 y 1972 con las misiones de Apolo 11, 12 y 16. Extrajeron el oxígeno de las rocas, lo purificaron y midieron de esa forma el puro gas oxígeno en el espectrómetro de masas. El equipo encontró que las muestras lunares analizadas presentan valores más altos en la relación isotópica entre el oxígeno-17 y el oxígeno-16 respecto a las rocas terrestres. En concreto, la diferencia es de 12 partes por millón (±3 ppm), o sea muy pequeñas y difícil de detectar.

La composición isotópica aparentemente similar de la Tierra y la Luna parecía estar en contradicción con la hipótesis del gran impacto, ya que los modelos numéricos de la colisión predecían una diferencia. La diferencia que se encontró es menor de lo previsto inicialmente, pero podría deberse al hecho de que ambos planetas se originaron en la misma región del sistema solar. Cabe señalar que muy pocos laboratorios alrededor del mundo tienen la capacidad de medir el muy raro isótopo 17O.

Fuente: Universidad de Gotinga
Boletín original: http://www.uni-goettingen.de/en/3240.html?cid=4811