Arqueólogos de la Universidad de Torino, en colaboración con la Superintendencia de Patrimonio Arqueológico del sur de Etruria, Italia, hallaron el esqueleto de un príncipe etrusco, posiblemente emparentado con Tarquinio Prisco, el legendario quinto rey de Roma entre los años 616 y 579 antes de Cristo, en una tumba intacta situada en Tarquinia, misma que promete revelar nuevos conocimientos sobre una de las culturas más fascinantes del mundo antiguo. Tarquinia, ubicada a unos 80 km (50 millas) al noroeste de Roma, es conocida por sus tesoros artísticos etruscos.

Según los investigadores a cargo, este hallazgo “es un descubrimiento único, ya que es extremadamente raro encontrar una tumba etrusca intacta de un individuo de la clase alta. Esto abre enormes oportunidades de nuevos estudios sobre los etruscos”.

Conocidos por su arte, su agricultura, su fina metalurgia y su comercio, los etruscos comenzaron a declinar en el siglo V antes de Cristo cuando los romanos acrecentaron su poder. Entre el 300 y el 100 a.C, pudieran haber sido absorbidos por los romanos. Cabe señalar que la cultura etrusca comenzó a florecer alrededor del año 900 antes de Cristo, para dominar gran parte de Italia durante cinco siglos, haciendo aportes sustanciales a los pueblos vecinos. Dado que su extraña lengua, no indoeuropea, prácticamente se extinguió (no dejaron mucha literatura escrita para documentar su sociedad), los etruscos han sido considerados durante mucho tiempo como uno de los grandes enigmas de la Antigüedad.

Artículo original: http://news.discovery.com/history/archaeology/estruscan-prince-skeleton-rome-130920.htm