Tras tres años de trabajo, la “Agencia francesa de seguridad sanitaria, de la alimentación, del medio ambiente y del trabajo” (ANSES por sus siglas en francés) dio a conocer un informe, publicado el pasado 9 de abril, que evidencia los riesgos potenciales para la salud que conlleva el bisfenol-A y confirma la necesidad de reducir exposiciones a dicho compuesto.

En efecto, las autoridades sanitarias galas señalan riesgos, en particular para la mujer embarazada, con consecuencias potenciales para el niño por nacer. El equipo multidisciplinario compuesto por científicos y expertos tomó en cuenta, por vez primera, una estimación de las exposiciones reales de la población al bisfenol-A a través de los alimentos, pero también por inhalación (vía el aire del ambiente), así como por vía cutánea (al contacto de productos de consumo). Entre otros efectos, les especialistas encontraron que el mencionado compuesto orgánico “genera una modificación de la estructura de la glándula mamaria en el niño por nacer, la cual podría favorecer un desarrollo tumoral posterior”.

Según este informe la alimentación contribuye a más del 80% de la exposición al bisfenol-A que sufre la población. Las principales fuentes de exposición alimentaria son los productos enlatados, que representan la mitad de la exposición total, así como el agua embotellada en envases de policarbonato. Entre numerosas recomendaciones, la Agencia subraya la necesidad de informar mejor a los consumidores, además de exhortar a la comunidad científica profundizar las investigaciones en torno a la toxicidad del bisfenol-A, así como lograr una mejor caracterización de las exposiciones con riesgo.

Boletín original de la ANSES:  bisph%C3%A9nol-l%E2%80%99anses-met-en-%C3%A9vidence-des-risques-potentiels-pour-la-sant%C3%A9-et-confirme-la