Investigadores del Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la Agricultura -IFEVA- de la Universidad de Buenos Aires y del Instituto Leloir, descubrieron en plantas un gen clave, el ROC1, que a partir de señales ambientales, como la luz, reduce el crecimiento del tallo y favorece, al mismo tiempo, el alargamiento de las raíces y el despliegue de las hojas los cuales propician la fotosíntesis.

El cambio de aspecto de la planta al exponerse a la luz se llama “desetiolación”. Gracias a la acción de receptores de luz –como los fitocromos y los criptocromos- distribuidos por sus órganos, éstos pueden detectar si se encuentran en la oscuridad propia del suelo o ya emergieron a la superficie. Los fitocromos perciben luz roja y roja lejana del espectro luminoso y los criptocromos, la luz azul. El “ROC1” guarda la información para fabricar una proteína que actúa en una vía metabólica común a ambos receptores, como si fuera el mismo eslabón de dos cadenas.

Esta investigación, publicada en la revista “The Plant Journal”, se realizó sobre la planta Arabidopsis thaliana, un modelo que sirve para estudiar otras especies vegetales de importancia agronómica, y sus resultados abren nuevas ventanas para la optimización genética de respuestas de ciertos cultivos al ambiente luminoso en que se desarrollan.

Fuente: Cyta-Instituto Leloir.
Boletín original:  identifican-un-factor-que-organiza-el-crecimiento-de-las-plantas